Un querellante solicitó que Eduardo Taiano sea desplazado de la causa $LIBRA por pérdida de objetividad, contradicciones en sus dictámenes y un silencio sistemático ante pedidos clave. A eso se suma —como anticipó en exclusiva NLI— la salida de su hijo del Gobierno de Milei para recalar en la consultora privada vinculada al entramado investigado, lo que profundiza las sospechas de conflicto de intereses.
Por Tomás Palazzo para Noticias La Insuperable
Un fiscal cuestionado en una causa que incomoda al poder
En un escrito presentado ante el juez Marcelo Martínez de Giorgi, el querellante Martín Romeo, representado por el abogado Nicolás Oszust, pidió el apartamiento del fiscal federal Eduardo Taiano en la causa $LIBRA, investigación que ya tiene sobre la mesa presunto cohecho, negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública y menciones directas a Milei y a su círculo más cercano.
La presentación sostiene que el representante del Ministerio Público perdió la objetividad exigida por la Ley 27.148. Según el texto, Romeo enfatiza que el fiscal no posee la objetividad debida y que su actuación fue discrecional, contradictoria e injustificadamente pasiva frente a múltiples pedidos de prueba.
La querella remarca que los fiscales deben actuar con equilibrio e imparcialidad, incluso produciendo prueba que pueda favorecer a los imputados. Para Romeo, esa conducta no existió en esta causa.
Cinco pedidos sin respuesta y contradicciones internas
El escrito enumera actuaciones que, según el querellante, muestran una actitud omisa del fiscal:
- 25/11/2025: pedidos de informes sobre billeteras virtuales vinculadas a los investigados, sin respuesta.
- 14/11/2025: solicitud de allanamientos en domicilios donde podrían hallarse elementos clave; el fiscal no se pronunció.
- 21/10/2025: pedido de indagatoria para los imputados Novelli y Terrones Godoy; Taiano sólo rechazó detenerlos, pero no resolvió sobre las indagatorias.
- 10/9/2025: citaciones a testigos requeridas por la querella; sin respuesta.
- 10/6/2025: pedido de citación del testigo considerado clave, Demian Reidel; silencio total.
Esa inacción, afirma la presentación, constituye un silencio sistemático que perjudica la investigación.
A esto se suma un punto especialmente sensible: las contradicciones en los propios dictámenes de Taiano.
El 11/3/2025 dijo que los hechos de $Libra tenían estrecha relación con otra causa sobre la misma criptomoneda.
Sin embargo, el 30/5/2025 afirmó lo contrario al señalar que las circunstancias presuntamente delictivas atribuidas a Karina Milei eran distintas y sin conexión directa con el otro expediente.
Para la querella, esta divergencia demuestra falta de coherencia jurídica e incumplimiento del estándar de objetividad.
El dato que reveló NLI y que agrava el conflicto de intereses
Aquí entra en juego información clave que NLI publicó semanas atrás: Federico Taiano, hijo del fiscal, dejó su cargo en la estructura del Gobierno de Milei a mediados de este año para pasar a trabajar en Holder Partners LLC, la consultora privada dirigida por Holder. Se trata del mismo entramado empresario que aparece orbitando al proveedor del Estado y al operador aéreo que facilitó traslados a participantes del ecosistema $LIBRA.
La coincidencia no es menor: mientras se investiga una red donde confluyen contratos públicos, vuelos privados y consultorías de inteligencia, el hijo del fiscal terminó integrando la firma que se encuentra —directa o indirectamente— dentro del mapa del escándalo.
Esa relación, si bien no convierte automáticamente al fiscal en partícipe, sí genera un conflicto de intereses concreto y preocupante que empaña su imparcialidad y su deber legal de independencia frente al poder político y económico.
La querella sostiene que, en lugar de priorizar los intereses generales de la sociedad, el fiscal parece proteger intereses ajenos al proceso.
Qué busca la querella y qué queda por resolver
El planteo requiere que Eduardo Taiano sea apartado de la causa y que otro fiscal asuma la investigación para garantizar transparencia, imparcialidad y respeto por los estándares constitucionales.
La decisión ahora queda en manos del juez Martínez de Giorgi, mientras la causa $LIBRA avanza entre demoras, borrado de publicaciones promocionales, evasivas oficiales y contratos estatales aún vigentes para las empresas vinculadas a Scatturice.
Y en paralelo, la sombra de una consultora internacional —frecuentada por ex espías, operadores y especialistas en inteligencia privada con idas y vueltas entre Estados Unidos y América Latina— sigue proyectándose sobre un expediente donde todo converge: política, negocios, vuelos privados, redes empresarias y una Justicia que, como tantas veces en tiempos de Milei, parece mirar hacia el costado cuando el poder toca la puerta.
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