Adolescente cruza el río “por arriba” para buscar su tarea

En Medoza, con quince años, cruza el Río Grande para buscar “la cartilla”

Por la Redacción de Noticias La Insuperable

La pandemia está poniendo a preba a todos los argentinos y mientras algunos, pocos por suerte, manifiestan su inconsciencia violando las normas, otros brindan su ejemplo. Tal es el caso de Agustín Vázquez, un adolescente mendocino de 15 años quien, cotidianamente, cruza por encima del Río Grande con mercadería y su cartilla para la tarea escolar. Actualmente cursa el tercer año de Escuela Albergue Mapu Mahuida.

«Viene a buscar la cartilla (cuadernillo con ejercicios de cada materia) el muchacho, ahora le vamos a tocar la bocina para que cruce«, relata del otro lado del río, no sólo quién capturaba este momento, sino también lo esperaba Pablo Martín, el preceptor de la escuela.

Sentado en un carrito de madera, al cual bautizaron «jaula”, con mucha fuerza en sus brazos remándole al viento y al aire listo para su travesía: cruzar el Río Grande. «¡Dale pibe dale!», lo seguía alentando con pasión y orgullo Pablo.

Luego de regalarle una sonrisa, Agustín volvió a su puesto con las consignas de matemáticas que debía cumplir, además de haber comprado mercadería para sobrellevar los siguientes días junto a su padre, con quien vive en las cercanías de Las Loicas, camino a Chile por la zona del Paso Pehuenche, nos cuenta la periodista Paula Sánchez en el portal Mejor Informado.

Su madre y dos hermanos se quedaron en la ciudad de Malargüe, a 60 kilómetros de la escuela, en casa de su abuela. La cuarentena dividió a la familia, pero el padre de la familia luego de realizar una extensa caminata para «agarrar» señal, suele comunicarse a diario con su esposa e hijos. Con 15 años de antigüedad, la institución educativa funciona como una Escuela Albergue a la que asisten 84 alumnos: «Ninguno de los docentes es de allí, sin embargo todos estamos trabajando y, por suerte, el año pasado compramos una impresora que ahora nos viene bárbaro poder imprimir las cartillas educativas«, sostuvo Mercedes Núñez, directora de la escuela.

En ningún puesto los alumnos tienen electricidad, mucho menos acceso a internet o banda ancha: «Muy pocos habitantes tienen teléfono, los chicos ninguno, solo algún padre. Son nuestra conexión cuando consiguen señal«, sostuvo Mercedes.

Aunque se pregunta, tanto ella como sus colegas: «¿Por qué mantener cuarentena en un pueblo tan pequeño, un lugar tan aislado de por sí?«, e inmediatamente sola lo responde: «En Malargüe, lamentablemente, hubo dos casos de coronavirus y además tenemos contacto con el país vecino de Chile del otro lado del río. Tenemos que respetar las medidas y así nos cuidamos todos«.


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