En diciembre de 2012 había sido condenado a prisión perpetua por secuestros y desapariciones forzadas en Concordia, Entre Ríos, ocurridos durante la última dictadura.
Por Roque Pérez para Noticias La Insuperable

El represor Naldo Miguel Dasso, dos veces condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad, falleció el sábado a los 92 años. Estaba siendo investigado en otras causas, una de las cuales involucra crímenes cometidos en el marco del Plan Cóndor, pero no llegó a ser sentenciado. Familiares de víctimas de la dictadura y sobrevivientes lo llamaban «el dueño de la vida y la muerte» en Concordia durante la época del terrorismo de Estado. Nunca aportó información sobre el destino de las personas desaparecidas.
“El era el Jefe del regimiento y el principal responsable de los delitos como secuestros, torturas y desapariciones forzadas en lo que es el área 225 de Concordia. La denuncia no es solamente contra Dasso sino que pedimos que se investigue a todos los responsables por distintas detenciones, más de 70”, expresó Marcelo Boyekens, titular del Registro Único de la Verdad, en declaraciones vertidas hace unos años a Diario Junio.
Dasso había sido condenado a prisión perpetua en 2012, en la causa denominada «Harguindeguy», donde se lo halló culpable por dos desapariciones, las de los militantes Julio Solaga y Sixto Francisco Zalasar, ambos secuestrados en Concordia.
Además se acreditó su responsabilidad en otros delitos que cometió mientras fue jefe del Regimiento 6 Blandengues de esa cuidad entrerriana. En 2020 recibió otra pena de prisión perpetua, en este caso por Jorge Emilio Papetti (causa Área Paraná II), quien fue secuestrado cuando realizaba el Servicio Militar Obligatorio en el Regimiento que él comandaba; luego fue trasladado a Paraná y asesinado durante una sesión de tortura en la cárcel de la capital entrerriana. Papetti también permanece desaparecido.
Durante el juicio de 2012 tuvo mucha repercusión la declaración testimonial del exgobernador Jorge Busti, quien relató el secuestro y torturas que sufrió durante la dictadura. Dijo en esa oportunidad que a fines de 1977 fue convocado por Dasso, quien lo atendió con un arma sobre el escritorio y una pila de cartas de familiares de detenidos. «Me dijo que él era dueño de la vida y la muerte de todos los que se encontraban bajo el Área 225«, remarcó el fallecido exmandatario.
Dasso falleció sin recibir sentencia por muchos otros crímenes por los que fue denunciado. Alcanzó a ser indagado por el Poder Judicial en una causa por crímenes de lesa humanidad cometidos contra personas de nacionalidad uruguaya en Concordia, en el marco de la coordinación represiva sudamericana conocida como Plan Cóndor. En el expediente se investiga la responsabilidad de miembros de la policía local, a integrantes del Ejército argentino y militares de Uruguay por secuestros, privaciones ilegales de la libertad, violencia sexual y torturas. Las víctimas fueron siete ciudadanos y ciudadanas uruguayas que residían en la ciudad entrerriana, entre ellas un niño de 3 años.
Por otro lado, la fiscal federal Josefina Minatta se encuentra realizando una investigación preliminar a partir de una denuncia realizada por Boeykens, por alrededor de 80 detenciones ilegales a partir del 24 de marzo de 1976 en Concordia. En este expediente, Dasso se encontraba en la mira como el principal responsable por su rol jerárquico en el Ejército durante la época de los hechos.
Dasso, condenado a prisión perpetua en dos causas (Causa “Harguindeguy”, y Causa Área Paraná II), cumplía reclusión domiciliaria.
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Los delitos de lesa humanidad no prescriben; se siguen desarrollando con el silencio cómplice de toda la caterva necesaria para conseguir impunidad. No son sólo los militares que actuaron, son sus apoyos civiles, desde las propias familias a los asociados ilícitamente (buena parte del establishment), para quedarse con los negocios ajenos más allá de toda ideología, conformando así la pata civil de la dictadura genocida. El botín de Papel Prensa, para empezar en una lista. Larga vida tuvo este representante; paradojas de la vida misma si las hay .
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