Carlos María Pedrini continuará al frente del organismo de la vivienda.
Por Tomás Palazzo para Noticias La Insuperable

A través del DECRETO N.º 399/23 publicado hoy en el Boletín Oficial porteño, Jorge Macri estableció la continuidad de Carlos María Pedrini como Presidente del Organismo Fuera de Nivel Instituto de la Vivienda de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (IVC), quien se encuentra al frente del organismo desde el mes de septiembre de este año.
Nacido en Tandil y próximo a cumplir 48 años, Carlos María Pedrini se mudó de pequeño con su familia a Los Toldos, donde «se hizo peronista». Con una carrera trunca en abogacía, en 2004, durante la gestión de Jorge Telerman, ingresó al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Padre de dos hijos y con facilidad para moverse en «las villas», se olvidó del peronismo e hizo pie en el gobierno macrista porteño, desde 2008, apoyado en la dupla que conformaban María Eugenia Vidal y Carolina Stanley en la Secretaría de Desarrollo Social. Así, en pocos meses, escala posiciones hasta convertirse en Director General de la Dirección General de Economía Social.
Con Macri en la presidencia, será Secretario de Articulación de Políticas Sociales en el ministerio de Desarrollo Social, dejando su cargo en 2019. En enero de este año reemplazó a la pareja de Horacio Rodríguez Larreta, Milagros Maylin, como Secretario de Bienestar Integral y, en septiembre, recaló en el IVC. En el medio, Larreta lo eligió para conformar parte de su equipo de campaña presidencial.
Causas judiciales
Dos «temitas» con la justicia se destacan en el haber de Pedrini. Uno, de menor cuantía, tiene que ver con la empresa LCDTH SRL, dedicada al servicio de expendio de comidas y bebidas en la cual el hombre de Larreta tiene participación accionaria y que recibía variadas compras por parte del gobierno de la Ciudad.

Como era de esperarse, la causa fue evaluada y descartada rápidamente por la Oficina Anticorrupción.
La segunda es bastante más importante.
«Cinquecento«
El 1° de febrero de 2016, Aída Nelly Campo Vilchez, una ciudadana peruana, fue detenida en el aeropuerto de Ezeiza por la PSA mientras intentaba abordar un vuelo de Aerolíneas Argentinas. Un control de rutina reveló que llevaba encima 49.222 dólares ocultos entre un bolso de mano, entre las páginas de una agenda, entre sus zapatillas y en una pequeña bolsa de tela rosa que había calzado bajo su corset.
Este hecho derivó en una investigación judicial que determinó que la mujer era una delegada barrial de una de las zonas más pobres de la Villa 31 bis, que manejaba una cooperativa que hacía «negocios» con la Ciudad y a su vez, presidía una inmobiliaria (sin actividad) llamada «Santos Caracoles S.A.».
A través de una triangulación demostrada por la Justicia en la que Aída Nelly Campo Vilchez era uno de los vértices, un conocido empresario de la construcción, Pablo Gustavo Aparo, que se llevó fabulosos contratos por obras públicas en la villa.
¿La otra pata? Carlos María Pedrini.
«… se tuvo por acreditado –con el grado requerido para ese estadio procesal- la presunta comisión de los delitos reprimidos en los artículos 256 y 258 del Código Penal, al haberse puesto de manifiesto, entre otras cosas, que Carlos María PEDRINI habría hecho, en ejercicio de sus funciones ligadas a la realización de obras públicas, desarrollar licitaciones irregulares a favor del contratista Pablo Gustavo APARO y como ´contraprestación´ PEDRINI habría recibido de APARO al menos, y como dádiva la posibilidad de uso de un rodado en cuya compra APARO habría intervenido. Asimismo, se demostró que ese vehículo figuraba a nombre de la sociedad “Inmobiliaria Santos Caracoles S.A.” cuya presidente resultaba ser Aída CAMPO VILCHEZ«, indica el fallo con la sentencia condenatoria a la mujer peruana dictado el 12 de febrero del año pasado por el Tribunal Oral Penal Económico Nº 1.

Para que quede claro, un automóvil, Fiat «cinquecento«, a nombre de la inmobiliaria de la mujer condenada por el delito de tentativa de contrabando de divisas que concurre en forma real con el delito de receptación de ese dinero proveniente de un ilícito penal, en cuya compra intervino el contratista del gobierno porteño, era manejado por el hombre que eligió Macri para presidir el IVC.
Pero no es el único funcionario involucrado. Y los jueces son muy claros, pues recomiendan que «no deber perderse de vista que los beneficiarios por la adquisición del vehículo en trato fueron, Paula Matach Krumpholz y Carlos María Pedrini, quienes desempañaban, a la época de la compra del vehículo, cargos públicos en el Gobierno de la Ciudad, en áreas relacionas con la gestión social«

La mencionada Paula Matach Krumpholz es la actual Directora General de Articulación Interjurisdiccional del ministerio de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Tanto Pedrini como Matach Krumpholz tenían su cédula azul autorizante para manejar el vehículo de oscura procedencia.

Lo que no aclara el decreto de la designación firmado por Jorge Macri es, sii el puesto como Presidente del IVC para Pedrini, incluye un auto para movilidad…
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