Y al final llegó el final

En la última ronda de las Olimpiadas de Ajedrez que se disputaron en Hungría nuestro equipo femenino se lució frente a Serbia e India acaparó el oro.

Por Alfonsina Madry, especial para Noticias la Insuperable ·

Otra mañana soleada en Budapest, un Danubio crecido, todavía amenazante, y los nervios de punta a las once en punto de la mañana. Cualquier error en las primeras mesas olímpicas podría pagarse a precio de oro o plata.

En la previa al comienzo de la última ronda en el open, solo el desayuno de Gukesh y sus compañeros transcurrió distendido gracias a las seguridades que lograron consolidar para India una ronda antes de la culminación del certamen. Para el resto de los ajedrecistas no había paz mental.

En la sección femenina, las jugadoras intentaban concentrarse antes de que los relojes se activaran. Los controles anti-trampa, la parafernalia tecnológica y el hervidero humano, con sus idas y venidas, herían la psiquis de las ajedrecistas más que nunca.

Las jóvenes maestras argentinas, en virtud de una notable remontada de tres triunfos consecutivos, habían alcanzado la posición decimosexta y debían jugar contra Serbia en mesa 10. En el primer tablero la campeona mundial juvenil, Candela Belén Francisco Guecamburu, llevaba las piezas negras. Tenía que lidiar con Teodora Injac, que le sacaba más de cien puntos de elo FIDE. Campos, con blancas en el segundo, le asestaba las gafas a Marina Gajcin, que apenas la aventajaba en un puntito de elo; a María José se la veía decidida a aplazarla sin contemplaciones.

La definición

En las primeras mesas del open la dorada India se impuso con tranquilidad a Eslovenia; el local, Hungría, empató con España y Estados Unidos, gracias a Wesley So, derrotó a China. En lontananza, es decir: mesa 23, Argentina derrotó a Paraguay 2,5 a 1,5 y se salvó del oprobio que venía sobrellevando en la tabla de posiciones al descender cuatro posiciones -un poco menos de lo que se proyectaba- respecto de la inicial; ganaron Flores y Sosa, empató Krysa y Peralta, derrotado otra vez, confirmó que el primer tablero olímpico no es zona de confort para él.

En el circuito femenino también India se llevó el oro. Por el lado argentino, nuestras jugadoras sometieron a Serbia por 2,5 a 1,5. Así alcanzaron el undécimo lugar en la clasificación final. Un logro para aplaudir de pie. Llegaron valoradas inicialmente en el puesto 26.

Hubo mucho suspenso en el cuarto tablero de María Belén Sarquis que, finalmente, selló la victoria argentina. Después de haber remontado una posición desventajosa en el tercer tablero, Borda Rodas perdió tras algunas decisiones inexplicables. Férreos puntales fueron María José Campos, que ganó, y Candela Francisco que pudo empatar de negras sin despeinarse frente a la incisiva Teodora Injac:

Las grandes figuras argentinas de esta 45 Olimpiada fueron, podría decirse sin mucho temor a la equivocación, Candela Belén Francisco Guecamburu, debutante y primer tablero del equipo femenino, por un lado, y Tomás Sosa en el cuarto tablero del absoluto, por el otro.

En fin, parafraseando a Sabina, al final llegó el final nomás. Habrá cierre, ceremonia y festejos. Pasada la euforia, llegará el análisis. Otro Mundial del Ajedrez termina para reiniciar la espera de dos años, descubrir talentos, afinar selecciones nacionales e, incluso, soñar con que Argentina por fin presentará sus equipos con todas y todos sus mejores ajedrecistas, sin escándalos ni miserias dirigenciales.

Esperamos con ansias a Polgarcito para que, la próxima semana, nos cuente todo lo que no vimos o descuidamos de la Olimpiada en su Qué mundo maravilloso, esa serie de artículos con la que viene maravillándonos.