Categórico rechazo a la Reforma educativa anunciada por Jorge Macri

En asambleas y protestas, la comunidad educativa le dijo no a «BA Aprende».

Por Tomás Palazzo para Noticias La Insuperable

A pocas horas del anuncio oficial del gobierno porteño encabezado por Jorge Macri de una nueva «reforma educativa» que se pondrá en marcha el año próximo en 30 escuelas, para alcanzar al conjunto de los establecimientos en 2027, la comunidad educativa en su conjunto salió a repudiar el anuncio de una reforma «inconsulta» y que significa un claro retroceso en materia educativa.

«BA Aprende», tal el nombre de la reforma, eliminará de cuajo la educación anualizada, transformándo a la secundaria en una carrera de materias donde cada alumno eligiría qué cursar y cuando hacerlo, con materias obligatorias, talleres optativos y asignaturas que desaparecerán de la oferta educativa.

«Ya nadie se llevará materias ni repetirá el año», vendía Jorge Macri como un logro de un proyecto importado de otras realidades. La respuesta inmediata de docentes (que ya venían viendo como se «cocinaba» el proyecto) fue de abierto rechazo. En asambleas en las escuelas, y en las calles, visualizando en «semaforazos», salieron inmediatamente en defensa de la educación como un derecho que vuelve a ser pisoteado por un gobierno PRO que, en 17 años al frente del gobierno porteño, va por su cuarta «reforma» logrando, solamente, como claro resultado, empeorar la educación.

«Este proyecto mezclará en un aula a chicos de 12 ó 13 años con adolescentes de 17 y 18 que enfrentan problemáticas diferentes, tanto didácticas como sociales y emocionales» explicaba un docente en uno de los «semaforazos» autoconvocados hoy. «Quieren importar un modelo educativo de Singapur que no solo es culturalmente diferente a nuestra Ciudad. Allá, desde 2016, destinan el 20% de su presupuesto anual a la educación. Acá no es ni la enésima parte. Macri quiere reformar pero con desinversión«, señalaba el docente.

«Sin historia no hay memoria» rezaba un agitado cartelito de una docente parada en el semáforo de Acoyte y Rivadavia. Y es que la reforma educativa porteña contempla la eliminación de asignaturas tradicionales y fundamentales, mezclándolas con otras y creando nuevas con menor carga horaria. «Con este proyecto los docentes nos vemos obligados a dictar materias para las cuales no hemos sido formados, las cuales a su vez tendrán menos calidad y mucho menos contenido. Es llevar a la realidad el sueño del mega empresario amigo del poder que solo busca mano de obra barata y dócil. Eso es lo que saldrá de las aulas con esta reforma», señalaba una profesora.

«Copian un modelo extranjero que invierte fortunas en educación y acá, los alumnos, nos piden salir unos minutos antes al recreo para hacer la fila de la vianda y no quedarse sin un sanguchito o una manzana que envía el gobierno y que alcanza sólo para una parte de los chicos. Y esa, tal vez, sea la única cosa que coman en el día», redondea la docente con los ojos visiblemente vidriosos.

Pero para lo que sí está el Estado es para vigilar y amedentrar a los docentes que se manifestaban. En una de las esquinas podía verse como la polícia metropolitana filmaba a los participantes del semaforazo. «Como dijo el Papa, para lo que sí parece que hay plata es para gas pimienta y balas de goma. Para educación, siempre para atrás» concluía la profesora.