Lejos de lo que predican buscan vivir de la «teta» del Estado.
Por Guillermo Carlos Delgado Jordan para Noticias La Insuperable

Si hay algo que ensordece es el pavoroso silencio de Milei respecto a la casta judicial. Cansado de hablar de privilegios, su dedo acusador siempre se dirige al Congreso y a los numerosos ministerios, secretarías y oficinas varias que componen el ejecutivo; pero del Poder Judicial y sus numerosos nombramientos, solo silencio.
Desde la llegada de Milei hubo 659 nombramientos en la planta del Poder Judicial
Desde el 10 de dciembre de 2023, fecha de su asunción, Milei se ha jactado de podar a numerosos organismos estatales dejando a cientos de trabajadores sin empleo. En tanto, en el poder Judicial, desde la llegada del libertario, se han producido 659 nombramientos en la planta. Muy lejos del «achique» que esgrime la presidencia y de la que se jacta Manuel Adorni en cada conferencia de prensa.
Y lo triste es que dichos nombramientos son, en amplia mayoría, designaciones «a dedo» de integrantes y amigos del poder judicial que buscan llegar al Estado al que tanto dicen detestar, pero del que no pueden separarse ni un instante.
Dentro de estos 659 nombramientos, se destacan ingresantes con apellidos conocidos dentro del ámbito de la justicia, como «Casanello», «Mihura» y varios más. Pero el que se lleva todos los premios es el del que porta el actual ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona.
El pasado 12 de abril de 2024, Maite Cúneo Libarona, de 22 años y sobrina del ministro, fue nombrada «Escribiente Auxiliar Interina» en el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 36. Su nombramiento recién se oficializó el pasado 17 de octubre a través de la Resolución 185/24 firmada por los jueces Mariano Alberto Scotto y Rodolfo Pociello Argerich.

Maite es la hija menor de Matías Cúneo Libarona, hermano del ministro y de su mujer, Agustina Lebrón.
Descubre más desde Noticias La Insuperable
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Del comediante George Carlin, en un monólogo de 2005 que decía así:»
La razón por la cual el sistema educativo apesta es la misma por la cual no va a mejorar nunca, pero nunca, nunca. No lo esperen. Conténtense con lo que hay. Porque los dueños de este país no quieren eso. Hablo de los dueños de verdad. Los grandes intereses empresarios que controlan las cosas y toman todas las decisiones importantes. Olvídense de los políticos. Los políticos están puestos ahí para darte la idea de que podés elegir libremente. No podés. No tenés elección, vos tenés dueños, ellos son tus amos. Son los dueños de todo, tienen todas las tierras importantes, todas las corporaciones, se han comprado el Congreso, las capitales y las municipalidades, tienen a los jueces en sus bolsillos traseros y también manejan los medios, así pueden digitar la información que te dan. Nos tienen agarrados por las pelotas. Gastan billones de dólares al año haciendo lobby para conseguir lo que quieren. Y nosotros sabemos lo que quieren. Quieren más para sí mismos y menos para todos los demás. Pero yo les voy a decir lo que no quieren. No quieren un pueblo capaz de pensar críticamente. No nos quieren bien informados ni bien educados. No están interesados en eso. Eso va en contra de sus intereses. No quieren gente que sea lo suficientemente lista como para sentarse ante la mesa de su cocina y darse cuenta de cuánto la jodió el mismo sistema que los tiró por la borda treinta años atrás. ¿Saben qué es lo que quieren? Trabajadores obedientes. Gente que sea lo suficientemente inteligente para manejar las máquinas y llevar adelante el papeleo, y lo suficientemente estúpida para aceptar sin protestar puestos de laburo que cada vez son más de mierda y cada vez pagan menos por más horas y peores condiciones, sin horas extras y con pensiones que desaparecen apenas las cobrás. ¡Y ahora están viniendo por la guita de las jubilaciones!»
Me gustaMe gusta