EL MÁS ANTIGUO: Descubren un corazón fosilizado de 380 millones de años de antigüedad

Pertenecía a un pez acorazado.

Fósil en el que se encontró un corazón de artrodire tridimensional, casi perfectamente conservado. 
CRÉDITOS: YASMINE PHILLIPS/UNIVERSIDAD DE CURTIN.

Un grupo de investigadores encabezados por Kate Trinajstic, de la Facultad de Ciencias Moleculares y de la Vida de Universidad Curtin, de Australia, estudió los restos de un pez acorazado llamado Arthrodira, de 380 millones de años de antigüedad, único ejemplar con un corazón mineralizado tridimensionalmente, un estómago de paredes gruesas y un hígado bilobulado de placodermos artrodiros, del período Devónico Tardío en Australia Occidental.

Los especialistas, que publicaron sus hallazgos en la Revista Science, encontraron que la posición de los órganos en el cuerpo de Arthrodira, una clase extinta de pez acorazado es similar a la del tiburón moderno. A nivel anatómico, esto ofrece nuevas pistas evolutivas vitales que afectan a una variedad de organismos, incluidos los humanos.

Según la directora de la investigación, la catedrática Kate Trinajstic, este descubrimiento fue notable porque los tejidos blandos de las especies antiguas rara vez se conservan, y es aún más raro encontrar preservación en 3D. Los expertos afirman que la mayoría de los casos de preservación de tejidos blandos se encuentran en fósiles aplanados, donde la anatomía blanda parece casi una burbuja en la roca.

Además de las condiciones de este hallazgo, las técnicas modernas de escaneo también fueron vitales para permitir el estudio de estos frágiles tejidos blandos sin destruirlos. Los expertos creen que, hace unas décadas, este proyecto habría sido imposible. Además, los paleontólogos han señalado que aunque normalmente se piensa en la evolución como una serie de pequeños pasos, este tipo de fósiles sugiere que hubo un gran salto entre los vertebrados sin mandíbulas y los vertebrados con mandíbulas.

Estos peces tenían el corazón en la boca y debajo de las branquias, tal como lo tienen hoy los tiburones. Además, el descubrimiento proporciona el primer modelo 3D de un corazón complejo en forma de S en una Arthrodira, que se compone de dos cámaras.

Pez acorazado

Según un comunicado de prensa, estas características se desarrollaron en estos primeros vertebrados, brindando una oportunidad única para descubrir cómo la región de la cabeza y el cuello comenzaron a cambiar para acomodar las mandíbulas, una fase crítica en la evolución de nuestros propios cuerpos.

Por último, la aplicación de microtomografía de sincrotrón y neutrones a este material muestra evidencia de un corazón claramente separado del hígado y otros órganos abdominales, y la ausencia de pulmones. Según los científicos, el conocimiento adquirido será crucial para relacionarlo con nuevos hallazgos en el futuro, pudiendo apreciar con mayor precisión la cadena evolutiva que dio lugar a los seres vivos que hoy conocemos.


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