Los días de Diego en La Pampa

Hace más de 20 años, con el Mundial 94 de los Estados Unidos en el horizonte, Maradona recaló en La Pampa.

El profe Fernando Signorini, preparador físico de Diego Armando Maradona, volvió a La Pampa y recordó sus días con el Diego en la provincia. Hace más de 20 años, con el Mundial 94 de los Estados Unidos en el horizonte, el 10 desembarcó en la geografía pampeana, monte y llanura, para prepararse entre madrugones, mates y silencios.

En medio del campo, Signorini entrenó a Maradona hasta dejarlo a punto, y mucho más allá de los resultados físicos y deportivos, “El profe” atesora esa experiencia humana como uno de los frutos de esos días más felices, según refrescó en una charla con Radio Kermés, indican desde la Agencia FARCO

“Era un momento muy especial en la vida de Diego, era un momento, casi un parteagua, porque él tenía que volver al fútbol, y nada menos que en un mundial, pero después de haber dejado el deporte, de haber aumentado de peso, sufría su problema de adicción, y era un desafío demasiado exagerado para mí”.

En ese sentido Signorini recordó que en principio se negó a acompañar a Diego a la recuperación: “porque parecía algo casi utópico, pero bueno, yo no tenía en cuenta, o no alcanzaba a darme cuenta de las dimensiones de su voluntad, del genio, del arte que tenía, y todo eso fue un combustible que le ayudó a llegar de la mejor manera, o aproximado a ella, que se podía esperar en ese momento”.

La Pampa es tierra de costumbres sencillas y ricos asados, Diego entrenó en gimnasios y piletas, pero sobre todo en la zona rural, alejado de los lujos y la frivolidad, dice Signorini, y recuerda esos días en que el hombre más famoso del mundo simplemente volvió a la naturaleza, a ser un nene que le dio rienda suelta al juego y a los sueños. 

“Ahí era el hombre en medio de la naturaleza, tratando de hacer las cosas que hacía desde muy pequeño, su Fiorito natal, y fue también otra de las razones por las que le respondí cuando me preguntó, ¿por qué ese lugar?”.

Signorini dio en Santa Rosa, la capital de La Pampa, una charla en la que repasó aquellas jornadas inolvidables, también trazó un paralelo entre el movimiento multimillonario de dinero, que es el fútbol de hoy, y los verdaderos protagonistas, que nacen y se crían en lugares cargados de precariedad y necesidades.

En cuanto a su estadía en la provincia, señaló: «fue un momento muy especial en la vida de Diego, él tenía que volver a las canchas de fútbol y para un mundial, él había aumentado como 10 kilos más y sufría sus problemas de adicciones y era un desafío demasiado exagerado para mí y al principio le dije que no lo iba a acompañar en eso, pero no alcancé a darme cuenta de las dimensiones de su voluntad, del genio y todo eso fue un combustible que lo ayudó a llegar de la mejor manera». 

Sobre el llamativo método que aplicó con Maradona, Signorini resaltó la necesidad de volver a lo natural y lo comparó con el ambiente actual, «el ambiente del fútbol se ha intoxicado con todos esos métodos que responden al negocio. Cuando el fútbol era un atractivo para millones de personas en el mundo, no había ni siquiera gimnasios, luego un día descubrió el negocio que significa instalarlo», describió. 


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