DEMOCRACIA CERO: Lo detienen por repartir volantes de Nicolás del Caño

Gravísimo: detienen en Constitución a un militante del FIT por hacer campaña.

Por Roque Pérez para Noticias La Insuperable

En un hecho tan absurdo como preocupante, la Policía Federal detuvo este jueves a un militante del Frente de Izquierda que repartía volantes de Nicolás del Caño en la estación Constitución. Sí, en plena democracia (al menos en los papeles), parece que hacer campaña opositora es motivo de detención bajo la doctrina Bullrich.

El episodio ocurrió en el hall central de la estación, mientras el joven repartía volantes de Nicolás del Caño, candidato bonaerense del FIT. La escena fue registrada por testigos que filmaron el accionar policial y lo difundieron en redes sociales, donde rápidamente se viralizó.

“¿Por qué te lo querés llevar?”, “¿Cuál es el problema?”, “¿Por qué están haciendo esto?”, se escucha decir a varias personas que, atónitas, presenciaban el violento accionar de las fuerzas federales.

La democracia según Bullrich

El operativo fue protagonizado por un agente de la Policía Federal, quien arrastró al militante por la fuerza hasta una oficina de seguridad, donde lo mantuvieron demorado durante varios minutos sin dar ninguna explicación.

Pasada una hora, el joven fue liberado, aunque ni la Policía Federal ni el Ministerio de Seguridad a cargo de Patricia Bullrich emitieron comunicado alguno sobre las razones de la detención. Porque claro: en el mundo libertario, repartir volantes se castiga, pero fugar divisas o tener offshores no.

La represión no discrimina

Este nuevo acto de criminalización de la militancia política se suma a la escalada represiva que el gobierno de Milei viene ejecutando desde diciembre. Protestar, organizarse, hacer campaña o simplemente expresar disidencia parecen haberse transformado en delitos para este gobierno que se autodenomina “libertario”, pero actúa como una dictadura de mercado.

Desde el FIT repudiaron el hecho y exigieron explicaciones al Ministerio de Seguridad. Pero hasta ahora, Bullrich sigue en silencio, como ya lo hizo frente a los gases en el Congreso, las represiones en Jujuy y la represión a jubilados en Puente Pueyrredón.

¿Quién sigue?

Lo sucedido en Constitución no es un hecho aislado, sino una advertencia. Hoy fue un militante de izquierda; mañana puede ser cualquiera que reparta un volante, una carta o simplemente tenga una remera con una consigna que incomode al poder.

Lo que está en juego no es solo la libertad de expresión, sino la mismísima idea de democracia. Una democracia que Milei y Bullrich están desmantelando a fuerza de miedo, palos y detenciones arbitrarias.


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2 Comentarios

  1. Avanzan sin solución de continuidad inoculanndo odio y violencia. La Resistencia crecerá más allá de las urnas. Es una alternativa.

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  2. Introducción editorial de Le Monde Diplomatique por Jose Natanso (Número de agosto)

    Desde hace dos o tres años, todos los meses te escribo para contarte cómo pensamos la edición, por qué elegimos ese tema y de qué manera decidimos encararlo; también, a veces, las dificultades que encontramos en el camino. Como te cuento siempre, nuestro objetivo es detectar algo que está flotando en el aire de la coyuntura, sobre lo cual pensamos que podemos hacer un aporte, para a partir de ahí buscar el ángulo original, que puede ser una pregunta, un recorte o un punto de vista. Después viene la selección de sub-temas y autores, más tarde el título y, por último, la tapa.

    Esta vez, decidimos que queríamos ocuparnos de la violencia en dos dimensiones: la violencia simbólica de los insultos y ataques del gobierno y la violencia más concreta –y dramática– de las fuerzas de seguridad. Llamamos entonces a Martín Becerra, el gran especialista argentino en medios de comunicación, para que nos explique por qué el gobierno eligió a los periodistas como blanco; a Sabina Frederic, investigadora y ex ministra de Seguridad, para que analice la política de manos libres a la policía implementada por Patricia Bullrich; y a Leyla Bechara, politóloga especializada en cultura digital, para que describa la estrategia de la demolición virtual de la tropa oficialista. En mi editorial, yo retomo una tesis que ya había planteado en febrero y que generó bastante polémica –la inconveniencia de calificar a Milei de “fascista”– y le doy un giro más: ¿hasta dónde llega exactamente el autoritarismo del gobierno?

    Después de darle algunas vueltas, encontramos un título que resume los dos aspectos que queríamos tratar: “Un gobierno de palos e insultos”. Para la tapa buscamos una imagen que trasmitiera una sensación de peligro, de que algo grave está ocurriendo. Barajamos varias opciones, como esta, de esta especie de scrum de policías o esta otra, en la que los agentes de seguridad parecen legionarios romanos.

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