El último aplauso para Giorgio Armani: la elegancia que se volvió eterna

El mundo de la moda despide a Giorgio Armani, el diseñador que convirtió la sobriedad en un símbolo universal de estilo. Falleció a los 91 años, en paz y rodeado de sus seres queridos, según informó el Grupo Armani. Su legado queda grabado no solo en las pasarelas, sino en la forma en que millones aprendieron a mirar la moda con sencillez y sofisticación.

Por Leticia Graciani Fainel para Noticias La Insuperable


Un adiós en Milán

El último adiós a Armani se llevará a cabo el 5 y 6 de septiembre en el Armani/Teatro de Via Bergognone 59, en Milán, abierto al público de 9 a 18 horas. Allí, la ciudad que lo vio crecer como referente cultural y artístico le rendirá homenaje a la altura de su nombre.


De Piacenza al mundo

Armani nació en 1934 en Piacenza, en una familia humilde. Su madre, con un fuerte sentido del buen vestir, fue su primera influencia. Si bien inició estudios en medicina, pronto descubrió que su verdadera pasión estaba en la moda. Dio sus primeros pasos junto a Nino Cerruti, donde adquirió experiencia y soltura para crear.

En 1975 fundó su marca con un solo objetivo: ser independiente. Desde entonces defendió su autonomía, convencido de que solo así podía mantener la autenticidad de sus diseños.


La revolución de la elegancia contenida

Armani fue pionero en suavizar los trajes masculinos, despojándolos de rigidez y otorgándoles fluidez. También redefinió la indumentaria femenina, rompiendo moldes y llevando a la mujer moderna hacia una sobriedad refinada que se convirtió en su sello.

Su estilo minimalista pronto conquistó Hollywood, donde vistió a celebridades en la pantalla grande y en las alfombras rojas. Películas como American Gigolo catapultaron su nombre al estrellato internacional.


Mucho más que moda

El diseñador extendió su visión hacia múltiples áreas: perfumes, mobiliario, accesorios, hoteles y restaurantes. Todo bajo el símbolo del águila, emblema de la libertad que siempre reivindicó.

Para comienzos del nuevo milenio, Armani ya era considerado el diseñador italiano de mayor éxito económico, con un imperio valuado en miles de millones de dólares. Sin embargo, nunca permitió que esa expansión pusiera en riesgo su independencia creativa.


La familia como legado

Su sobrina Silvana Armani, encargada del área femenina, y su colaborador de confianza Leo Dell’Orco serán quienes continúen con el legado. La empresa, que siempre se definió como “una familia”, busca honrar la memoria del hombre que la construyó desde cero.


Pasiones y dolores

Amante del deporte, Armani fue dueño del equipo de básquet Olimpia Milano y un seguidor fiel del Inter. En lo personal, la muerte de su socio y pareja Sergio Galeotti en 1985 fue un golpe que él mismo consideró una herida imposible de cerrar.

En sus últimos años reconoció que su único arrepentimiento fue haber dedicado demasiado tiempo al trabajo en lugar de compartir más momentos con amigos y familia.


Un ícono que no se despide

Giorgio Armani no solo vistió a los poderosos y a las estrellas: vistió a la modernidad con sobriedad, libertad y estilo atemporal. Su partida marca el final de una era, pero su obra seguirá presente en cada traje desestructurado, en cada perfume y en cada símbolo de elegancia que lleve su nombre.


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