Un informe del CEPA, basado en datos oficiales de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, reveló que en los 19 meses de gestión libertaria desaparecieron 15.302 empleadores y 219.256 trabajadores quedaron afuera del sistema. La caída golpeó más fuerte a las grandes empresas y se sintió con crudeza en sectores como construcción, transporte e industria.
Por Celina Fraticiangi para Noticias La Insuperable

Una economía que expulsa empresas y trabajadores
La recesión que atraviesa la Argentina bajo el gobierno de Milei tiene números concretos: entre noviembre de 2023 y junio de 2025, la cantidad de empleadores registrados pasó de 511.337 a 496.035, y los trabajadores asegurados en el sistema de riesgos del trabajo descendieron de 9.857.173 a 9.621.034.
La cifra, difundida por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) en base a información oficial de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT), deja en evidencia la magnitud del derrumbe: 15.302 empleadores menos y 219.256 puestos laborales destruidos en apenas 19 meses de gestión libertaria.
El golpe mayor: las grandes empresas
El informe destaca que la expulsión de trabajadores se concentró en las compañías de mayor tamaño. El 72% de la pérdida de empleo ocurrió en empresas con más de 500 trabajadores, mientras que el resto se distribuyó en firmas medianas y pequeñas.
En términos porcentuales, las grandes empresas redujeron su personal en 3,54%, mientras que las de hasta 500 empleados recortaron 1,32% de su plantilla.
Sectores más golpeados
La radiografía sectorial elaborada por el CEPA muestra un panorama alarmante:
- Administración pública, defensa y seguridad social obligatoria: perdió 89.794 trabajadores.
- Construcción: sufrió una reducción de 81.463 empleos, lo que equivale a una caída relativa del 17,1% en el período.
- Transporte y almacenamiento: retrocedió en 53.101 puestos.
- Industria manufacturera: se achicó en 43.063 empleos.
De esta manera, sectores estratégicos para la economía nacional y la generación de empleo registraron un retroceso que compromete la recuperación futura.
Empresas que desaparecen
En cuanto a los empleadores, el sector más afectado fue el de Transporte y Almacenamiento, con una caída de 4.159 firmas. A continuación, se ubicaron Servicios inmobiliarios, Comercio mayorista y minorista, reparación de vehículos automotores y motocicletas, además de Servicios profesionales, científicos y técnicos y la propia construcción.
Cada una de estas bajas significa no solo el cierre de unidades productivas, sino también la pérdida de capacidad de inversión, innovación y empleo formal.
El costo social de la política económica
El informe del CEPA es categórico: la retracción de la actividad económica impulsada por las políticas de ajuste y apertura indiscriminada de Milei se traduce en un vaciamiento del aparato productivo. La consecuencia inmediata es el deterioro del empleo registrado, con trabajadores y trabajadoras que quedan fuera del sistema de cobertura de riesgos laborales, es decir, más vulnerables frente a accidentes o enfermedades vinculadas al trabajo.
La contracara del relato oficial sobre “libertad” y “desregulación” es un país con menos empresas, menos empleo formal y más precarización.
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