La violencia no se detiene: tras el hallazgo de los cuerpos de Brenda, Morena y Lara en Florencio Varela, la casa de la hermana de una de las víctimas fue baleada desde una moto. El ataque, denunciado por vecinos, ocurrió en medio de la conmoción por el triple crimen que sacude a La Matanza y desnuda la trama narco que envuelve al caso.

Un nuevo episodio de terror
La hermana de Lara Morena Gutiérrez, una de las jóvenes asesinadas, fue blanco de un violento ataque armado. Una vecina relató en vivo por C5N que la vivienda de la joven Agostina, hermana de Lara, recibió disparos desde una moto.
El periodista Mariano Onega informó en Argenzuela que “salieron gritando junto a la madre de una de las chicas y nos dijeron que tirotearon la casa. Pidieron auxilio a la Policía”. Según los testimonios, la familia corrió desesperada hasta la dependencia policial más cercana para exigir protección.
El hallazgo que estremeció al país
La búsqueda de las tres jóvenes desaparecidas desde el viernes 19 de septiembre terminó de la peor manera: los cuerpos de Brenda Castillo (20), Morena Verri (20) y Lara Gutiérrez (15) aparecieron descuartizados en una vivienda de Florencio Varela, en el cruce de Jáchal y Chañar.
Las familias fueron convocadas para la identificación, mientras que fuentes judiciales confirmaron que la escena coincide con la última geolocalización del celular de Lara.
Hipótesis narco
La justicia investiga el crimen como parte de una venganza narco. La principal sospecha recae sobre una banda liderada por un ciudadano peruano que permanece prófugo. Hasta el momento hay cuatro detenidos y los allanamientos se multiplican en la zona sur del conurbano.
Dos pistas clave para dar con los cuerpos
El primer indicio que permitió orientar la investigación fue la señal del celular de Lara: el 19 de septiembre a las 23.14 se activó una antena de telefonía en el barrio Santa Rosa de Florencio Varela. Ese dato llevó a los efectivos de la DDI de La Matanza a reducir el área de búsqueda hasta dar con la casa donde estaban los cuerpos y donde cayeron dos de los sospechosos.
El segundo elemento decisivo fue la camioneta blanca en la que las jóvenes fueron vistas por última vez. Cámaras de seguridad en Crovara y El Tiburón captaron el momento en que Brenda, Morena y Lara subían a una Chevrolet Tracker, alrededor de las 21.30, en una estación de servicio de La Tablada.
Una camioneta con patente adulterada
El seguimiento del vehículo no fue sencillo: la patente estaba duplicada, lo que entorpeció el rastreo. El último registro se perdió en el cruce de la avenida Crovara y la General Paz.
Esa noche fue el último contacto de las chicas con sus familias, que hoy lloran una tragedia que no deja de escalar en violencia.
El miedo como mensaje
El ataque a la casa de la hermana de Lara revela que el triple crimen no fue un hecho aislado. Es un mensaje mafioso, un intento de amedrentar a las familias y a todo un barrio que exige justicia. Mientras los investigadores intentan desarmar la red narco detrás del horror, el conurbano bonaerense vuelve a quedar bajo fuego.
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