Una mujer fue detenida en la Ciudad de Buenos Aires luego de ser denunciada por una paciente que terminó con sangrado e inflamación facial tras aplicarse ácido hialurónico. Lo que parecía una simple sesión de “armonización facial” terminó revelando una red de prácticas estéticas ilegales en plena capital.
Por la Redacción de Noticias La Insuperable

El procedimiento estuvo a cargo de la División Delitos contra la Salud y Seguridad Pública porteña, que allanó el domicilio de la estafadora —ubicado en la calle Mansilla al 4000— tras comprobar que el lugar funcionaba como consultorio clandestino. Allí se ofrecían aplicaciones de bótox y ácido hialurónico sin título habilitante, sin control sanitario y con insumos vencidos.
La víctima que destapó el engaño
Todo comenzó cuando una mujer acudió al supuesto consultorio para “mejorar” su rostro. Al día siguiente, se despertó con la cara inflamada, moretones y sangrado en los labios. Al intentar comunicarse con la “profesional” por WhatsApp, fue bloqueada. Tampoco obtuvo respuesta en redes sociales, donde la falsa médica promocionaba sus servicios con publicaciones donde se veía la imagen de unas manos inyectando labios femeninos y promesas de “rostros perfectos”.
De influencer de bisturí a detenida
En Instagram, la mujer se presentaba como experta en “armonización facial”, compartía antes y después de sus tratamientos y acumulaba una buena cantidad de seguidores. Pero detrás del filtro y la bata blanca se escondía una práctica ilegal y peligrosa, sostenida con jeringas, productos vencidos y un completo desprecio por la salud ajena.
Cuando la Policía allanó el lugar, encontró 7 jeringas con agujas colocadas, una caja metálica con otras 4 agujas, un perfilador, una brocha de maquillaje, una caja con relleno de ácido hialurónico, además de diversos productos médicos vencidos. En el improvisado consultorio también había dos máquinas centrífugas, que no pueden ser utilizadas fuera de laboratorios habilitados para extracción de sangre.
El horror continuaba en la puerta
Durante el operativo, los agentes encontraron en el lugar a una madre y su hija de 15 años, quienes aseguraron que tenían turno para ser atendidas. Esa escena terminó de mostrar el nivel de riesgo al que estaban expuestas las víctimas de esta estafa estética.
La mujer fue imputada por ejercicio ilegal de la medicina y trasladada a la dependencia policial, mientras la Justicia investiga la posible existencia de otros consultorios y pacientes afectados.
Una vez más, el espejismo de la belleza rápida y barata terminó mostrando su cara más peligrosa: el negocio clandestino de las agujas sin control, donde lo que se pone en juego no es la estética, sino la salud y la vida.
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