Sin querer admitirlo, Milei comenzó a aplicar la Ley de Emergencia Pediátrica

Milei se hizo el sota para no admitir que recula ante el Congreso.

Por Celina Fraticiangi para Noticias La Insuperable

El Gobierno anunció un “histórico aumento salarial” en el Hospital Garrahan, pero evitó mencionar que se trata de la puesta en marcha –aunque parcial y forzada– de la Ley de Emergencia en Pediatría que Milei intentó vetar. La medida llega después de meses de paros, movilizaciones y denuncias de vaciamiento en el hospital infantil más importante del país.


El anuncio que no dice su nombre

El Ministerio de Salud, a cargo de Mario Lugones, difundió un comunicado celebrando un incremento de hasta 61% en los salarios básicos del personal del Hospital Garrahan. Según el texto oficial, se trata del resultado de un “proceso de orden, transparencia y eficiencia en la administración”.

Sin embargo, ni el comunicado del hospital ni el mensaje del ministro hacen referencia a la Ley de Emergencia en Pediatría, sancionada por el Congreso y promulgada pese a las presiones del Ejecutivo para vetarla.
La norma, aprobada cuatro veces por ambas cámaras, dispone exactamente este tipo de recomposición salarial para los equipos de salud pediátrica del sistema público nacional.

En otras palabras, aunque el Gobierno no lo diga, el aumento anunciado es la primera aplicación efectiva de esa ley.


“Un triunfo de la lucha del Garrahan”

Desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y la Asociación de Profesionales y Técnicos (APyT) del Garrahan celebraron el aumento como lo que es: una victoria colectiva frente al intento de desmantelamiento del hospital y la negación sistemática de derechos laborales.

La junta interna de ATE lo expresó sin rodeos: el Gobierno “empieza a aplicar parcialmente la ley votada en el Congreso. Es un extraordinario triunfo de la lucha del Garrahan, que conmovió a la Argentina durante meses. Es, a la vez, una derrota de Milei, Lugones y la gestión del Garrahan, que se jugaron a reventarnos sistemáticamente sin lograrlo”.

Por su parte, Norma Lezana, referente de la APyT, remarcó que “esta recomposición salarial, retroactiva a octubre y del orden del 61%, de hecho es, aunque no se formalice así, la aplicación de la Ley de Emergencia en Pediatría”.


Meses de lucha y resistencia

El conflicto del Garrahan se extendió durante más de medio año, con paros, movilizaciones, acampes y denuncias públicas por el vaciamiento presupuestario y los sueldos congelados.
Durante todo ese tiempo, el hospital –dependiente en un 80% del Estado nacional– retuvo fondos propios superiores a 40.000 millones de pesos, invertidos en instrumentos financieros mientras faltaban insumos, personal y salarios dignos.

El oficialismo había intentado justificar el ajuste atacando a los trabajadores, calificándolos de “ñoquis” y acusándolos de “politizar el hospital”.
Hoy, con el anuncio del aumento, esas acusaciones se caen por su propio peso.


Una “victoria con sabor amargo”

Aunque los gremios celebran la medida, advierten que aún faltan pasos concretos: que el aumento se efectivice en todos los términos y que se devuelvan los descuentos salariales aplicados a quienes participaron de las huelgas, que llegaron hasta 500 mil pesos por persona.
La semana pasada hubo una permanencia pacífica en las oficinas de la dirección, exigiendo la restitución de esos haberes.

Además, el anuncio se produce en un contexto de renuncias masivas: casi 250 trabajadores y trabajadoras dejaron sus cargos en los últimos meses, agotados por la precarización y el maltrato institucional.


Cambio de nombres, continuidad del conflicto

El aumento salarial coincidió con la salida de Cecilia Loccisano, hasta ahora número dos del Ministerio de Salud y una de las principales funcionarias que confrontó con los trabajadores desde el inicio del conflicto.
Su alejamiento fue leído dentro del hospital como una señal política del desgaste de la línea más dura del ministerio frente a la resistencia gremial y social que se mantuvo en pie durante todo el año.


La salud como victoria popular

Para las y los trabajadores, el Garrahan se convirtió en símbolo de defensa del sistema público de salud. Lezana lo sintetizó en un mensaje que resume el espíritu de estos meses:
“Derrotamos campañas de desinformación, fake news, intentos de amedrentamiento e insensibilidad durante meses, pero finalmente la justicia se termina materializando gracias al esfuerzo colectivo. Es un reconocimiento al movimiento social que logramos construir junto a familiares, organizaciones de salud, derechos humanos y un pueblo que defendió con nosotros el hospital pediátrico que es patrimonio de todos.”

El Gobierno podrá “hacerse el sota” y hablar de “eficiencia administrativa”, pero los hechos son claros: Milei no tuvo más opción que aplicar, aunque sin admitirlo, la Ley de Emergencia Pediátrica que quiso enterrar.


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