El cordobés recibió el homenaje este jueves.
Por Lola Santacreta para Noticias La Insuperable

En una ceremonia cargada de emoción y memoria musical, Sadaic distinguió a La Mona Jiménez con el reconocimiento “La leyenda del cuarteto”, un homenaje que corona 58 años de carrera, más de 100 discos editados y más de 1000 obras registradas. El cordobés recibió el homenaje este jueves, según confirmó la Agencia Noticias Argentinas, en un encuentro íntimo pero de enorme peso simbólico para la música popular argentina.
Un reconocimiento a medio siglo de revolución cuartetera
La Mona lleva más de cinco décadas componiendo, grabando y agitando escenarios de todo el país. No solo es un artista: es un fenómeno cultural, una figura insustituible en la transformación del cuarteto cordobés en un movimiento musical reconocido mundialmente.
El directorio de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores de Música (Sadaic) decidió otorgarle esta distinción especial por su aporte monumental a la música nacional. No se trató de un premio más: fue un gesto directo a la historia viva del género que él mismo expandió como nadie.
El tesoro rescatado: su primer formulario y la obra “Baila Chiquita”
Como parte del homenaje, Sadaic entregó a Jiménez material histórico enmarcado:
una copia certificada del formulario con el que ingresó a la entidad y la primera obra que registró en su carrera, la canción “Baila Chiquita”, presentada oficialmente en 1972.
Ese cuadro, que hoy pasa a integrar su patrimonio personal, funciona también como un espejo del camino recorrido: desde aquel joven cuartetero que apenas empezaba a formar su repertorio hasta el ícono indiscutido que hoy atraviesa generaciones.
Más que un artista, un ADN nacional
A lo largo de su carrera, Jiménez no solo fue consolidando un sonido: creó un universo emocional propio, una forma de cantar la noche, el barrio, el baile y la identidad cordobesa. Su figura es reconocida en cada escenario donde retumba un acorde de cuarteto.
El homenaje de Sadaic no hace más que reforzar lo evidente: La Mona es, fue y seguirá siendo una leyenda, no solo por la cantidad abrumadora de discos y canciones, sino por la manera en que su obra se volvió parte del ADN afectivo de millones de personas.
Un legado que late en cada baile
El cuadro entregado —junto a esa primera canción que encendió una historia interminable— simboliza la continuidad de una obra que hoy sigue creciendo, cruzando generaciones y manteniendo viva la esencia del cuarteto.
La Mona Jiménez no necesita coronas: su reinado es cada baile lleno, cada canción coreada y cada historia personal que su música acompaña. Pero este reconocimiento, justo y necesario, confirma lo que el público sabe hace décadas.
La leyenda está más viva que nunca.
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