El magistrado Alejandro Patricio Maraniello, encargado de frenar la difusión de los audios de Karina Milei, arrastra un prontuario que lo coloca en el ojo de la tormenta: nueve denuncias en su contra, de las cuales cinco corresponden a acoso sexual.
Por Ignacio Álvarez Alcorta Noticias La Insuperable
El juez que blindó a la hermana del poder
La decisión de prohibir la difusión de los audios de Karina Milei recayó en manos de Alejandro Patricio Maraniello, un magistrado cuestionado que no solo carga con un historial oscuro, sino que además enfrenta investigaciones activas en el Consejo de la Magistratura.
Maraniello fue citado el 19 de agosto por la Comisión de Disciplina, con un plazo de 20 días para realizar su descargo. Las denuncias en su contra provienen en su mayoría de la Asociación de Empleados y Funcionarios del Poder Judicial (AEPJN), que viene señalando irregularidades y abusos dentro de su juzgado.
Un prontuario alarmante
Las denuncias contra Maraniello son de una gravedad que no admite dudas:
- Cinco por acoso sexual,
- Otras por maltrato laboral,
- Malversación de fondos públicos,
- Abuso de poder,
- Incumplimiento de normas judiciales.
Uno de los testimonios más estremecedores, señalan desde EnOrsai, pertenece a una empleada que declaró haber sido presionada apenas una semana después de ingresar al juzgado: el juez la habría forzado a aceptar una cita privada bajo amenaza de perder su trabajo. Según relató, allí sufrió tocamientos, besos no consentidos y terminó cediendo a mantener relaciones sexuales para evitar represalias.
Otro caso describe a una agente judicial que recibió mensajes y comentarios inapropiados de Maraniello en redes sociales. Al rechazar sus insinuaciones, la víctima denunció un cambio drástico en el trato: hostilidad, presión psicológica y una situación tan grave que debió recurrir a medicación y terminó con pensamientos suicidas antes de pedir ayuda en la Unidad de Bienestar Laboral.
Una trama de poder y silencio
Lo que se desprende de estos testimonios es un patrón de conductas abusivas y un manejo discrecional de recursos públicos. Sin embargo, lejos de ser sancionado, el juez se convirtió en la figura que blindó a Karina Milei, impidiendo que sus audios trascendieran públicamente.
Esto reaviva las dudas sobre la independencia del Poder Judicial y sobre la forma en que ciertos jueces actúan como escudos del oficialismo. El caso de Maraniello es un ejemplo de cómo se entrecruzan la impunidad personal y los favores políticos en un sistema judicial cada vez más desprestigiado.
Lo que viene
El Consejo de la Magistratura deberá ahora definir si avanza con un proceso que puede derivar en sanciones o incluso en la destitución del juez.
Mientras tanto, la pregunta sigue en el aire: ¿qué legitimidad tienen las decisiones judiciales cuando son tomadas por jueces denunciados por delitos tan graves?
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El fallo
«Estamos ante un fallo que puede ser revertido en una Cámara, pero si este llegara a la Corte Suprema, esta tiene una inveterada jurisprudencia de su creación que se ha ido profundizando con el tiempo a favor de la libertad de expresión. Aquí estamos ante un hecho muy evidente de censura previa, donde no se justifica desde ningún punto de vista este tipo de fallo. La censura previa está prohibida en la Constitución Nacional, en los Tratados Internacionales, en la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y realmente no se justifica en sí mismo. Debió haber existido, por lo menos, una fundamentación que trate de explicarnos por qué este tipo de medidas cautelares han sido concedidas. Hay un razonamiento judicial equivocado en todo esto», explicó el ex ministro de la Corte Suprema de la Nación Juan Carlos Maqueda sobre la sentencia referida los audios atribuidos a Karina Milei sintiendo «verguenza ajena»por el fallo en comunicación con Modo Fontevecchia.
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