El modelo de “libertad absoluta” de Milei vuelve a mostrar su rostro más crudo: la empresa mayorista Descartables Caromar cerró sin aviso su sucursal de San Justo, dejó a más de 60 trabajadores en la calle y ahora pretende mezclar salarios, aguinaldo e indemnizaciones en una misma bolsa. Mientras se multiplican los conflictos en otras sedes, los sindicatos mantienen un acampe y advierten que seguirán con las medidas si el viernes no aparece la plata.
Por Roque Pérez para Noticias La Insuperable
La estampida empresarial habilitada por el clima de desregulación total que pregona Milei sigue dejando trabajadores en situación de abandono. Esta vez le tocó a Descartables Caromar SA, que cerró de forma sorpresiva su sucursal de La Tablada durante la madrugada del lunes, dejando sin acceso a más de 60 trabajadores, entre ellos 43 del Sindicato de Comercio Zona Oeste y unos 20 del Sindicato de Camioneros.
Ezequiel Guzmán, delegado de la sucursal, informa que «Con toda la maldad» los hicieron trabajar noviembre y los despidieron antes de tener que abonarles el sueldo. Reclaman e sueldo, indemnización, aguinaldo y vacaciones para los 60 compañeros.
Cuando llegaron a cumplir su jornada, los empleados encontraron el portón cerrado, sin aviso, sin telegrama, sin una mísera comunicación. Una postal ya repetida en la era Milei.
Un cierre trucho y una negociación envenenada
Fuentes sindicales informaron a InfoGremiales que este martes hubo una audiencia de tres horas y media, pero con escasos avances. La empresa, lejos de ordenar los pagos que marca la ley, intentó “meter en la misma bolsa” el salario de noviembre, la liquidación final, el aguinaldo y las indemnizaciones. Un clásico del empresariado especulador que hoy se siente más impune que nunca.
Los sindicatos fueron claros: “Estamos sosteniendo un acampe junto con los trabajadores. En principio logramos que se pague el salario de noviembre más la liquidación final, aguinaldo y vacaciones este viernes. Hasta que eso se produzca mantenemos el acampe.”
Pero lo que se discutirá la próxima semana es lo más sensible: las indemnizaciones. Y ahí la empresa ya dejó trascender su postura.
San Justo no es un caso aislado: Caromar viene en picada en todo el país
Esta crisis no nace en San Justo. El 1 de diciembre, en Mar del Plata, Caromar ya había intentado pagar la mitad de las indemnizaciones, generando otro conflicto. Ahora también se suman problemas en La Tablada, donde trabajadores informaron que la empresa directamente cerró y no quiere pagar lo que corresponde.
En diálogo con Nery García, delegado de Caromar, sintetizó el nivel de incertidumbre:
No hay ningún trabajador en la planta que tenga menos de diez años de antigüedad, un dato que vuelve aún más grave el intento de pagar la mitad de las indemnizaciones y las maniobras dilatorias, señalan desde El1Digital.
El representante sindical añadió que no existe posibilidad de reubicación porque la crisis se replica también en las sedes de Burzaco, José C. Paz, Mar del Plata y Rosario. El derrumbe es general.
El truco legal que Caromar quiere usar (y no corresponde)
Según trascendió, la empresa presentó un pedido bajo el artículo 274 del Contrato de Trabajo, un mecanismo previsto para actividades industriales. Sin embargo, el sindicato advirtió que no aplica al sector comercial, por lo que esperan que el Ministerio de Trabajo provincial dictamine en favor de los empleados.
Mientras tanto, los cerca de 60 trabajadores siguen acampando en la puerta del centro de abastecimiento, esperando lo que debería ser obvio: el pago completo de los salarios adeudados y las indemnizaciones conforme a ley.
Un conflicto que sintetiza la época
Caromar no inventó la precarización, pero hoy la encuentra en su clima ideal:
cierres sin aviso, pagos recortados, artilugios legales y una evidente apuesta a desgastar a trabajadores con más de una década de antigüedad.
Los sindicatos ya avisaron que, si el viernes no aparece el dinero comprometido, las medidas se profundizarán.
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