La actividad metalúrgica volvió a retroceder en noviembre, con una fuerte caída interanual, desplome del uso de la capacidad instalada y un nuevo deterioro del empleo. Los datos confirman que el ajuste económico de Milei sigue golpeando de lleno al entramado industrial.
Por Celina Fraticiangi para NLI

La industria metalúrgica atraviesa uno de sus momentos más delicados de los últimos años. En noviembre, la actividad registró una caída interanual del 4,2%, según el último informe elaborado por la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA). En términos mensuales, el sector también mostró un retroceso del 0,5% respecto de octubre, confirmando que la recuperación prometida por el Gobierno sigue sin aparecer.
Con este resultado, la actividad metalúrgica acumula en lo que va del año una baja del 0,3%, pero el dato más preocupante es estructural: el nivel de producción actual se mantiene 18,3% por debajo de sus máximos recientes, una brecha que revela la profundidad del parate industrial.
Fábricas con las máquinas apagadas
Uno de los indicadores más alarmantes del informe es el uso de la capacidad instalada. En noviembre se ubicó en apenas 44,4%, tras una caída interanual de 6,1 puntos porcentuales. Se trata de uno de los registros más bajos de la serie histórica y grafica con crudeza un escenario de plantas semivacías, turnos recortados y producción mínima.
Lejos de tratarse de un fenómeno aislado, este bajo nivel de utilización refleja el impacto combinado de la caída del consumo interno, el freno de la obra pública y la ausencia de políticas activas para sostener la industria nacional.
Todos los rubros en rojo
El desempeño sectorial fue mayoritariamente contractivo. Rubros que habían mostrado cierto repunte en el primer semestre comenzaron a perder dinamismo. Maquinaria Agrícola cayó 2,6% y Carrocerías y Remolques retrocedió 3,1%, marcando un claro cambio de tendencia.
El resto de los segmentos también registró bajas interanuales. Fundición fue el rubro más golpeado, con un derrumbe del 18,2%, seguido por Autopartes (-4,8%), Bienes de Capital (-3,4%), Equipos y Aparatos Eléctricos (-3,4%), Equipamiento Médico (-2,8%) y Otros Productos de Metal (-2,7%). El panorama general confirma que no hay sectores que logren escapar al ajuste.
Provincias industriales, en retroceso
La crisis también se expresa con claridad en el mapa productivo. Todas las provincias relevadas registraron caídas interanuales, sin excepciones. Buenos Aires (-5,6%) volvió a mostrar el peor desempeño entre los principales distritos metalúrgicos, en línea con el fuerte impacto del parate industrial.
Detrás se ubicó Córdoba (-5,6%), mientras que Santa Fe (-1,5%), Entre Ríos (-1,5%) y Mendoza (-1,8%) también permanecieron en terreno negativo. El deterioro se extiende así a todo el corredor industrial del país.
El empleo, otra víctima del ajuste
Como consecuencia directa de la menor actividad y del bajo uso de la capacidad productiva, el empleo metalúrgico volvió a caer. En noviembre se registró una baja interanual del 3,3%, junto con una reducción mensual del 0,4%.
Detrás de estos números hay puestos de trabajo perdidos, suspensiones y mayor precarización, en un contexto en el que el Gobierno nacional insiste en profundizar el ajuste sin ofrecer ningún horizonte de reactivación productiva.
Los datos de ADIMRA confirman lo que ya se percibe en el territorio: la industria metalúrgica sigue en caída libre, sin políticas de estímulo, sin mercado interno y con un modelo económico que castiga la producción y el empleo.
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