El fiscal quiere establecer como fueron las últimas horas de Fernando Pérez Algaba y dónde terminaron con su vida. En una casa, que fue demolida el 21 de julio pasado, la víctima se habría reunido con Maximiliano Pilepich y Nahuel Vargas, los principales acusados por el homicidio.
Continúa la investigación por el crimen de Fernando Pérez Algaba, el empresario descuartizado cuyo cuerpo apareció en una valija en la localidad de Ingeniero Budge. Ahora, los fiscales buscan determinar si fue asesinado en el predio «Renacer», en General Rodríguez, en los escombros de una casa que fue demolida el 21 de julio pasado. Allí la víctima se habría reunido con Maximiliano Pilepich y Nahuel Vargas, los principales acusados por el homicidio.
Según las declaraciones de Nahuel Vargas, informan desde C5N, el asesinato de Pérez Algaba lo cometió Maximiliano Ezequiel Pilepich en una casa de campo, de dos balazos en la espalda y cuando la víctima estaba cambiando una bombita.
«En la segunda habitación a la izquierda la luz que había que cambiar estaba alta, entonces Fernando que era el más alto de los tres, toma una silla y se para en la silla para cambiar la luz«, declaró Vargas. Acción siguiente, Vargas salió del lugar para abrir una ventana y, en ese momento, escuchó los dos disparos. La orden para demoler la vivienda fue dada por Maximiliano Pilepich el 21 de julio, tres días después de que se vio a Pérez Algaba por última vez con vida. Sus restos descuartizados fueron encontrados entre el 22 y el 24 de julio en un arroyo en Ingeniero Budge, partido de Lomas de Zamora.

Vargas, uno de los 7 detenidos por el crimen, además explicó que cuando regresó a la habitación, al escuchar los disparos Pilepich le dijo: «Ya está, no aguantaba más, hay límites«, en referencia a que el empresario le venía exigiendo que le pague una deuda y a un hecho que involucraba a su hija adolescente.
«Maxi estaba enojado porque Fernando había agregado al Instagram a su hija de 13 años y le escribía y luego realizaba capturas de pantalla y se las enviaba a Maxi para provocarlo«, contó Vargas. Para el Ministerio Público, el crimen del empresario Pérez Algaba fue cometido por una deuda de 50.000 dólares y 17 terrenos que el imputado Pilepich debía entregarle a la víctima, quien, con el fin de cobrarla, fue la tarde del 18 de julio hasta el predio «Renacer» de General Rodríguez a encontrarse con él.
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