El 23 de noviembre de 1973, Luis, Machi y Pomo debutaron juntos en el escenario del Teatro Astral.
Por Carlos Alberto Resurgian para Noticias La Insuperable

Hace exactamente medio siglo, una de las grandes bandas del rock nacional iniciaba su recorrido por la historia. Nos referimos a Invisible, la banda que lideraba Luis Alberto Spinetta, al que acompañaron con soberbia y estilo Héctor «Pomo» Lorenzo en batería y Carlos Alberto «Machi» Rufino en bajo.
La cita sería el 23 de noviembre de 1973 en el Teatro Astral. El Flaco venía de Pescado Rabioso, la base de Machi y Pomo, de converger en Pappo’s Blues, liderado por Pappo, donde habían grabado junto al Carpo el mítico álbum Pappo’s Blues Volumen 3.
El Flaco y Pomo se conocían desde hace años. Ya habían tocado juntos alguna vez tras la disolución de Almendra en ese trío que conformó Spinetta junto a él y Edelmiro Molinari que se llamó Tórax, pero que no pasó de algunos pocos recitales. También en el primer disco solista de Luis, Spinettalandia y sus amigos, donde comparten la autoría de «Descalza camina»
La idea primitiva del trío será tocar «sin distorsión», algo que sobreabundaba en las bandas de entonces. La limpieza del sonido será esencial y será su sello. «Era toda una temática nueva y encima queríamos tratarla de una manera que no sonara a los grupos que sonaban en esa época, que no sonara con distorsión, sonar limpio y el tema de los tratamientos de interpretación abrirlos mucho; es decir no sonar como un trío de rock como Vox Dei o Manal, queríamos hacer una cosa un poco más aleatoria«, diría Pomo en 2013.

En el Astral, el día del debut, les fue bárbaro. La fidelidad y atracción casi mágica que generaba Spinetta en esos años era un plus que contaba y así lo expresaba la Revista «Pelo»:

«Muy pocas veces el público recibió a un músico que ingresa a escenario como en la noche del recital debut de Invisible. Había real cariño, además del respeto, cuando aplaudían y le pedían cosas ininteligibles a Luis Alberto Spinetta.
Una trayectoria de lealtad a sí mismo y a su música, una actitud sin fracturas ni concesiones en su ya extensa marcha, parecen ser los motivos que fundamentan esa devoción previa, el estar incondicionalmente «a favor» de cualquier experiencia que emprenda: se llame Tórax, Pescado, Invisible o Juan Pelota.
Hay una línea, quizás vertebrada, pero siempre unida en el caudal expresivo de Luis. Puede encontrarse en algunos puntos de esa línea con otros músicos. Y hacer la música que sale de ese encuentro. Eventualmente esos músicos pueden ser mayores o menores intérpretes de su música. Pero nunca Luis ha descendido de su línea, de su entrega expresiva total.
Esta nueva experiencia evolutiva llamada Invisible un encuentro nuevo en ese camino (el bajista Machi) y un reencuentro (el baterista Pomo, con quien ya había tocado anteriormente). Si ya se aceptaron y reconocieron sus «encuentros» anteriores no es demasiado válido comparar. Pero para quienes tengan dudas, o simplemente prefieran la comparación como método de reconocimiento, lo visible de este Invisible parece ser, a priori, un mayor basamento técnico (si es que eso tuviera importancia en la música de Spinetta) y una fluidez comunicativa entre los tres músicos que los hace trabajar independientes pero (telepáticamente?) unidos a la vez«.
Tras el exitoso debut hicieron un ciclo en esa sala, salieron para una gira de verano y en marzo dieron otra serie de shows en el mismo escenario. A principios del año siguiente, en 1974, salió el primer simple llamado Estado de coma, que contenía las canciones «Elementales leches» y «Estado de coma».
Luego, los envolverá la historia del rock llevándolos a su cima.
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