La definición de la 44a Olimpíada de ajedrez estuvo en manos de los jugadores más jóvenes que lucharon en los primeros tableros del certamen.

Por Rafael Laborian para Noticias la Insuperable ·
La mediana edad ha resignado protagonismo en los torneos. La deidad de las sesenta y cuatro casillas, Caissa, está del lado de los adolescentes. Mimados por la prensa, animadores de torneos en sus países y en el mundo, hacen gala de toda la energía que se necesita sumarle al talento para resistir agotadores duelos de elite.
El uzbeko Nodirbek Abdusattórov, campeón del mundo de rápidas más joven de la historia, a los 17 años, y el indio Dommaraju Gukesh, estrella de 16 años, uno de los tres GM más precoces del juego ciencia, hicieron estragos en la 44a olimpíada de Chennai. Se subieron con sus equipos, por supuesto, al podio del Open y se llevaron plata y oro, respectivamente, por sus actuaciones individuales en los primeros tableros.

Concluido a fines de diciembre del año pasado el Mundial de partidas rápidas en Warsaw, el conocido periodista Leontxo García calificó a Abdusattórov de «asombroso y gélido» en su columna del diario El País.
La partida que en ese torneo el adolescente le había ganado a Magnus Carlsen tras electrizante final cobró fama en pocas horas: portales, blogs, diarios y youtubers la reprodujeron sin cesar.

Con un sistema nervioso privilegiado, el uzbeko ni se inmuta ante posiciones de infinita complejidad ni se deja amedrentar por las camisetas de los monstruos de la elite. «Frío y portentoso» -otra de las caracterizaciones nacidas de la pluma de García-, aprovecha ventajas mínimas o remonta la inferioridad aparente a través de la creación de contraataques fulminantes. Jamás se despeina.

Dommaraju Gukesh, igualmente prodigioso, aparenta sin embargo rasgos de carácter un poco más cercanos a la media de los mortales. En Chennai, su patria chica, parecía una tromba: había ganado las primeras ocho partidas como líder del conjunto India 2. Mamedyarov, en la novena ronda olímpica, le cortó la racha con un empate que dio la impresión de haberlo desestabilizado, y el mismísimo Abdusattórov, en la definitoria décima jornada, lo dejó sin invicto aprovechando un grave error en el apuro de tiempo.
En su última partida, la undécima, tuvo que vérselas con otro joven intratable: Vincent keymer, oriundo de los pagos de Gutenberg. El adolescente de Maguncia -17 años-, con blancas, le plantó cara a la estrella local y estuvo cerca de derrotarlo. Gukesh, a pesar de haber llegado maltrecho al duelo, se recompuso e hizo tablas con el alemán.
Tan grande había sido el protagonismo de Gukesh -que derrotó, entre otros, a Fabiano Caruana– que su única caída fue calificada de tragedia en los medios. Es cierto que esa partida se presumía decisiva para las definiciones olímpicas, algo acertado a la postre, pero también contribuyó la humana reacción de abatimiento del adolescente indio frente al inmutable Nodirbek Abdusattórov.

Tras el error decisivo, Cf3, Gukesh, con su cabeza entre las manos sobre la mesa, ni se acordó de abandonar con formalidad la partida ni de estrechar la mano de Abdussattórov, como indica la etiqueta. El árbitro, finalmente, certificó el abandono, reforzado por el hecho de que el jugador indio también había perdido por tiempo.

Con personalidades distintas, con estilos diversos y contrastes en la exteriorización de sus estados de ánimo, los virtuosos adolescentes tuvieron en sus manos tanto la animación como la definición de la tan espera 44a Olimpíada de Ajedrez que engalanó Chennai.
Gracias a estos y a otros adolescentes, gracias incluso a los jóvenes muy cercanos también a esa etapa vital que participaron, los medios pudieron sazonar mejor sus transmisiones e imágenes. Equipos con bajísimo promedio de edad, como India 2, fueron nota de color a los largo del mega torneo internacional.

En este contexto de furia adolescente que anima las competencias, los argentinos nos quedamos con la duda de lo que hubiera podido deparar la participación de Candela Francisco en Chennai. Una amargura para la afición y, sin duda, otra oportunidad perdida para nuestro ajedrez femenino entre las muchas pérdidas sufridas a las puertas de este mundial por equipos que, irremediablemente, ya quedó atrás.

En el apartado del website de FIDE dedicado a la 44a Olimpíada aún se pueden ver partidas, consultar resultados, posiciones e información general. También cuenta con una gran cantidad de imágenes y videos del gran torneo internacional.
Créditos imágenes: FIDE – Leonnart Ootes | https://chessolympiad.fide.com/
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