Se trata del Protathlitis cinctorrensis, una especie inédita y carnívora que tenía entre 10 y 11 metros de largo.
Por Alcides Blanco para Noticias La Insuperable

Hace más de 120 millones de años, en el Cretácico inferior, en las zonas costeras de un archipiélago de clima tropical formado por pequeñas islas conectadas por estuarios y marismas, en la actual provincia de Castellón, al este de España, vivió un dinosaurio de entre 10 y 11 metros de largo.
Se trataba de un depredador de la familia de los espinosáuridos, un carnívoro que se desplazaba sobre dos patas con una presencia imponente y una altura de más de dos metros. En la actualidad, el descubrimiento de un hueso de mandíbula y un diente, junto a cinco vértebras, que se ha publicado ‘Scientific Reports’ de la revista científica Nature, ha añadido un nuevo familiar al árbol de la historia de estos animales: el Protathlitis cinctorrensis.

Parece que los espinosáuridos aparecieron durante el Cretácico Inferior en Laurasia, y las dos subfamilias ocuparon la parte occidental de Europa durante este período. Más tarde, durante el Barremiense-Aptian, migraron a África y Asia, donde se diversificarían. En Europa, los barioniquinos eran dominantes, mientras que en África, los espinosaurios eran los más abundantes.
Esta nueva especie ha sido bautizada por el grupo de científicos, encabezados por Andrés Santos-Cubedo, con ese nombre por el griego “campeón” (Protathlitis) y por Cinctorres, la localidad castellonense en la que se descubrió. Este epinosaurio adulto carnívoro de unos 11 metros de largo, con un hocico alargado y una cola robusta, recibe el sobrenombre de “campeón” por el título europeo conseguido en 2021 por el Villarreal CF, el equipo de fútbol de la provincia donde fue habitó hace millones de años.