El impacto del asteroide Chicxulub en lo que hoy es la Península de Yucatán, en México, es solo parte de la respuesta.
Por Alcides Blanco para Noticias La Insuperable

Hace unos 66 millones de años, un asteroide más grande que el monte Everest impactó contra la Tierra y acabó con tres cuartas partes de la vida del planeta, incluidos los dinosaurios. Esto es lo que sabemos. Pero la forma exacta en que el impacto del asteroide Chicxulub provocó la extinción de todos esos animales sigue siendo objeto de debate. Últimamente, la teoría más popular era que el azufre del impacto del asteroide -o el hollín de los incendios forestales que provocó- sumió al mundo en un largo y oscuro invierno, matando a todos salvo a unos pocos afortunados.
Sin embargo, una investigación publicada esta semana, basada en partículas halladas en un yacimiento fósil clave, reafirmó una hipótesis anterior: que el invierno provocado por el impacto fue causado por el polvo de silicato derivado de dicho asteroide. El fino polvo de silicato procedente de la roca pulverizada habría permanecido en la atmósfera durante 15 años, haciendo descender la temperatura global hasta en 15 grados centígrados, según afirman los investigadores en un estudio publicado en la revista Nature Geoscience.
Un equipo de geocientíficos dirigido por en el Observatorio Real de Bélgica en Bruselas volvió a investigar las consecuencias del impacto que formó el cráter Chicxulub de México, una colisión que acabó con los dinosaurios no aviares y gran parte de la vida en la Tierra.
Los investigadores observaron una muestra bien conservada de roca formada en el momento del evento de extinción en lo que hoy es Dakota del Norte. Estas rocas contienen rastros que los geocientíficos utilizan para marcar el cambio del período Cretácico al período Paleógeno en la historia de la Tierra. Observaron las cantidades de azufre, hollín y minerales llamados silicatos en la muestra, y descubrieron que la muestra contenía muchas más partículas pequeñas y finas de polvo de silicato (de aproximadamente 0,8 a 8,0 micrómetros de diámetro) de lo esperado.
El equipo de Senel cree que el impacto del asteroide arrojó nubes de estas pequeñas partículas que bloquearon el Sol y podrían haber impedido que las plantas realizaran la fotosíntesis hasta dos años después del impacto. Como consecuencia, la vegetación habría muerto, lo que habría provocado la hambruna de muchas especies herbívoras, incluidos algunos dinosaurios. Esto podría haber ayudado a iniciar un evento catastrófico de extinción masiva.
Los modelos del equipo sugieren que el polvo podría haber permanecido en la atmósfera hasta 15 años. Durante este tiempo, las temperaturas globales habrían bajado hasta 15 °C.
«Necesitamos obtener un conocimiento más profundo de lo que causó el enfriamiento global o la pérdida de la fotosíntesis para avanzar en nuestra comprensión de los mecanismos exactos de destrucción que siguieron al impacto de Chicxulub«, dice Senel. «Esta es la primera vez que las simulaciones paleoclimáticas han señalado una supresión de la actividad fotosintética durante dos años y entre 15 y 20 años de impacto invernal inducido por el polvo«.
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