Hay inconsistencias que llaman mucho la atención.
Por Tomás Palazzo para Noticias La Insuperable

Tras las repercusiones del viaje de Milei a Mar del Plata para asistir a la función de su pareja, Fátima Flórez, surgió un debate sobre quién había pagado la estadía y los pasajes del mandatario y su comitiva.
Presuroso, el vocero presidencial salió al cruce y difundió las facturas correspondientes a través de sus redes sociales. Pero, al parecer, su proceder abrió más interrogantes.
El vocero presidencial mostró que la empresa a través de la cual el Presidente y su hermana compraron los tickets aéreos fue Optar, una compañía que en su último balance afirma: “La actividad principal de la compañía se focaliza en la venta de pasajes de diversas compañías aéreas, fundamentalmente Aerolíneas Argentinas, para organismos dependientes del Poder Ejecutivo, así como también otros organismos como el Poder Legislativo”.
Por el Decreto 1991 de 2012, la entonces presidenta, Cristina Kirchner, dispuso en el artículo 3 la contratación obligatoria de Optar para la compra de pasajes para traslados aéreos a los funcionarios públicos -en ejercicio de sus funciones- del Poder Ejecutivo. Raro que hayan «optado por Optar» si los compraban de forma particular.
En segundo lugar, la factura está a nombre de Karina Milei, la hermana del presidente, actual secretaria presidencial, pero la dirección es la de la Casa Rosada: Balcarce 50. Podría ser, pero resulta llamativo que desde Optar, que habitualmente facturan al poder ejecutivo, ¡hayan puesto el Código Postal de la Ciudad de Balcarce! Error garrafal, más si se tiene en cuenta que al lado del mismo figura CABA.
Y como si todo esto fuera poco, uno de los conceptos pregrabados (lease, Cliente, Dirección, Condición de venta) que ya están supuestamente escritos en todas las facturas, ¡está mal escrito! Si se fijan atentamente, dice «Dirreción» en lugar de «Dirección».
¿Una serie de eventos desafortunados o una truchada a las apuradas?
Lo cierto es que, desde las redes sociales, no dejaron pasar tantas inconsistencias.
Descubre más desde Noticias La Insuperable
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

(Transcribo lo que me identifica y en consecuencia aplico)
La ambición material es humana por definición, porque es algo que creamos nosotros, los humanos, y nadie más. Pero eso no significa que sea un fiel reflejo de la esencia de nuestro ser. Al contrario: es anti-humana, contraría todo lo que la especie puede tener de bueno, de memorable y hasta de sagrado. Por eso el capitalismo desatado, sin límites, adopta conductas criminales. Y por eso también los hombres que son capitalistas desatados —que se identifican con el PacMan, que lo devoran todo a su paso, que no se sacian nunca— son una aberración.
Humanos también, sí. Pero en el más corrupto de los sentidos, una versión degradada hasta volverse casi irreconocible.
Porque una de las peores consecuencias de la acción de los hombres aberrantes que nos gobiernan —y no me refiero tan sólo a los que ostentan el cargo formal de gobernantes— es convertir a los que tienen poco en los enemigos más próximos, más inmediatos de los que tienen nada. Los poderosos no están en contacto con los pobres, no se los cruzan ni de lejos. Pero los que todavía comemos nos cruzamos todo el tiempo con los que ya no comen, convivimos con ellos. Y si yo no pudiese alimentar a mis hijos, no me la agarraría con el causante último de mi desgracia, porque no estaría a mi alcance. Me la agarraría con el que le da de comer a sus hijos delante de mis narices, porque no me quedarían muchas más opciones. Uno apunta al blanco que ve, no a un blanco invisible o inaccesible. Y si nos resignamos a una guerra de pobres contra otros aún más pobres, los aberrantes que gobiernan se perpetuarán en el poder.
Pero hoy me toca vivir en una era empujada al extremismo por humanos aberrantes. Que lo quieren todo para sí, que no se permiten dejar nada en manos de otros porque necesitan llenar el vacío insondable de sus almas, sin entender que se trata de un disparate, porque no existe materia en el universo todo capaz de obturar ese agujero negro. Dicen que Galperín tiene casi 4.000 millones de dólares (a pesar de lo cual se rehusa a pagar impuestos, pobre hombre), la misma cifra que compartirían Paolo Rocca y su hermano Gianfelice. ¿Para qué querés toda esa guita, qué sentido tiene? ¿Cuáles son sus usos posibles, de qué modo la disfrutan o emplean para intervenir la realidad? Si existiese forma de hacer un ránking de la felicidad, ¿calificarían Galperín y los Rocca en las mismas alturas? No pongo en duda los lujos que estos señores se dan, pero dudo de que disfruten de la vida más que yo y que muchos de ustedes.
(fragmentos de M. Figueras en el Cohete a la Luna, diciembre 31 de 2023)
Me gustaMe gusta