La contaminación del río Paraná es alarmante

Así lo señala un reciente estudio.

Por Tomás Palazzo para Noticias La Insuperable

La salud humana y la biodiversidad están en grave peligro dada la alarmante contaminación presente en el río Paraná. Un reciente estudio realizado por el Centro Científico Tecnológico y Educativo Acuario del Río Paraná y la Universidad Nacional de Rosario arrojó un dato preocupante: el 70% de la contaminación está compuesta por plásticos, principalmente provenientes de residuos descartables, provenientes en su mayoría dela industria alimentaria.

Clara Mitchell, magister en Ambiente y Desarrollo Sostenible, explicó en declaraciones recogidas por La Política Ambiental que esta problemática se ha intensificado en las últimas décadas debido al aumento del consumo de productos descartables. «Hace veinte años, el uso de plástico en la vida diaria era considerablemente menor al de hoy», comentó Mitchell. De hecho, el 95% de los plásticos identificados corresponden a artículos de un solo uso, un factor determinante en la proliferación de microplásticos en la cuenca.

En Rosario, los resultados son particularmente alarmantes: en cada metro de arena de la costa del Paraná se encontraron más de 18.500 partículas plásticas microscópicas. Estos microplásticos, invisibles a simple vista, son fragmentos de plásticos mayores o son producidos específicamente para usos industriales y domésticos.

Separar los residuos para su reciclado, compostar el material orgánico o reducir el uso de plásticos de un solo uso son algunas de las acciones sobre las que puede colaborar la ciudadanía. Sin embargo, Mitchell, para el portal EsChaco, remarcó la importancia de que se acompañe desde esferas públicas y privadas de toma de decisiones, con políticas públicas integrales de gestión de desechos en ámbitos productivos, en los sistemas de higiene urbana y la regulación del uso de plásticos en el sector comercial y/o gastronómico.

“Lo que estamos diciendo no es volver al lechero que te traía la leche en un contenedor a la puerta de tu casa, pero sí hay ciertos plásticos que son un poco superfluos y que podemos empezar a eliminarlos. Siempre lo digo, el stent que tiene mi papá en el corazón es de plástico y le salvó la vida; no es algo contra el material sino contra la forma de utilizarlo. Una bolsa la usamos con suerte cinco minutos y puede durar miles de millones de años intacta”, concluyó.


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