Horas de incertidumbre, versiones cruzadas y una aparición en video que trajo más preguntas que respuestas: el caso de Lourdes Fernández, la ex Bandana, sacudió a redes y medios por igual.
Por Leticia Graciani Fainel para Noticias La Insuperable

Una denuncia que encendió las alarmas
La mañana del jueves se volvió confusa para el mundo del espectáculo. Mabel López, madre de Lourdes Fernández, denunció ante la Policía que no tenía contacto con su hija desde el 4 de octubre, y expresó su preocupación por la seguridad de la cantante. El motivo no era menor: Lourdes había denunciado en 2022 a su pareja, Leandro García Gómez, por violencia de género.
“Perdí contacto con mi hija desde el último 4 de octubre, entiendo que está manteniendo un vínculo con su pareja con quien habría tenido denuncias de violencia de género”, declaró la madre, según reprodujo el periodista Diego Gabriele en C5N.
De inmediato se activó un operativo de búsqueda de paradero, y la policía se dirigió al domicilio de Palermo donde vivía la artista. García Gómez fue quien atendió a los oficiales, negó estar en pareja con Lourdes y aseguró que ya no vivía allí.
Teorías, redes y una amiga que no se quedó callada
Mientras el país entero preguntaba “¿dónde está Lourdes?”, la incertidumbre crecía. Lissa Vera, compañera de Bandana y amiga personal, fue la primera en pronunciarse: publicó en Instagram su preocupación y adelantó que haría una denuncia junto a su abogado.
Los medios comenzaron a cubrir el tema minuto a minuto. Incluso, en un programa de televisión, intentaron comunicarse con Lourdes en vivo. Alguien atendió. Del otro lado, se escucharon balbuceos y una voz confusa, sin que pudiera confirmarse si se trataba realmente de ella.
El video que calmó —y desconcertó— a todos
Alrededor de las 10 de la mañana, Lourdes Fernández reapareció en sus redes. Subió un video en el que, desde la oscuridad y con la voz tomada, explicó:
“Chicos, me acabo de levantar, estoy con gripe desde el lunes. No puedo creerlo, esto es terrible. Alguien les informó muy mal y me voy a encargar de saber quién es. Estoy perfecta, gracias. Tremendo. Les mando un beso y gracias por preocuparse, pero estoy bien”.
El alivio fue inmediato, pero la confusión persistió: no se sabe desde dónde grabó el video ni si alguien más estaba con ella.
Publicaciones contradictorias y un vínculo difuso
Otro dato llamó la atención: Lourdes se había mostrado activa en redes sociales incluso después del 4 de octubre, la fecha que su madre mencionó como el último contacto.
En sus historias había dedicado un mensaje a García Gómez, el mismo hombre que negó su relación: “Grax LeanGG. Dr con mucho am. #Reparaelvinculo”. También publicó fotos con su gato y una dedicatoria por el Día de la Madre a su mamá, a quien dijo amar y extrañar.
En su feed, incluso subió una felicitación de cumpleaños a García Gómez con un texto confuso, donde lo calificó como “un empresario que necesita nuestro país” y “un ejemplo de padre”.
Mientras tanto, en pleno operativo policial, el hombre insistía en que ya no eran pareja.
Un pasado marcado por la violencia
En noviembre de 2022, Lourdes había hecho pública una denuncia estremecedora: publicó un video donde se la veía golpeada y llorando. En ese momento relató: “Me filmó sin que yo sepa. Me sacaba fotos desnuda sin mi consentimiento. Me metía cosas en la bebida y yo siempre pidiendo cosas porque ‘me emborrachaba’. Amor es la falta absoluta de sufrimiento. El amor no duele”.
Sus palabras resonaron entonces como un pedido de ayuda, y hoy vuelven a cobrar fuerza ante este nuevo episodio de confusión y silencio.
El regreso que no fue
Bandana tenía previsto volver a los escenarios el 23 de noviembre, y Lourdes se preparaba además para un show solista en el Gran Rex, en una fiesta dedicada a los años 90. Pero en los últimos días no estaba asistiendo a los ensayos, según reveló Lissa Vera: “Pasó algo”, había dicho.
Ese “algo” sigue sin aclararse. Y aunque la cantante aseguró que está bien, su paradero exacto continúa siendo un misterio.
Entre la exposición y la vulnerabilidad
El caso de Lourdes Fernández expone una vez más la delgada línea entre fama y fragilidad, entre la exposición mediática y las violencias que muchas veces se esconden detrás de los reflectores.
Por ahora, la historia parece haber tenido un final tranquilo. Pero quedan preguntas abiertas: ¿dónde estaba Lourdes? ¿Por qué su entorno no sabía de ella? ¿Y qué lugar ocupa en todo esto el hombre al que una vez denunció y después volvió a mencionar con afecto?
En medio de la confusión, una cosa sí queda clara: el país entero estuvo pendiente de Lourdes, la chica que alguna vez hizo bailar a una generación con “Guapas” y hoy vuelve a ser noticia por algo que nadie quiere repetir.
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