Juan Manuel Lugones, titular de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (APreViDe), fue denunciado por acoso sexual y laboral
Por la Redacción de Noticias La Insuperable

Una agente policial denunció al titular de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (APreViDe), Juan Manuel Lugones (designado en su cargo por la ex gobernadora María Eugenia Vidal), por acoso sexual y laboral cuando cumplía funciones en la sede del organismo de seguridad deportivo, ubicado en la capital bonaerense. La denuncia, dada a conocer en las últimas horas, fue radicada en la UFI Nº 15 del Departamento Judicial La Plata por la efectivo policial por distintos hechos ocurridos en 2016 cuando cumplía funciones en la sede del organismo.
La agente, María Soledad Buratti, afirmó que la enviaron a trabajar en la dirección de Seguridad en el Deporte, que estaba a cargo del comisario inspector Javier Fredes y donde funcionaba la APreViDe. Tras diez meses de desempeñarse en dicho espacio, Lugones pidió su traslado para que trabajara directamente con él en la Agencia de Prevención.
Buratti sostuvo que comenzó a trabajar como su secretaria y él siempre le preguntaba por sus gustos personales. Era “muy amable”. Además, la llamaba para cenar y ella le ponía excusas para rechazar la invitación, pero luego él la trataba mal en el trabajo o la castigaba enviándola a canchas donde no le pagaban viáticos.
“Yo me hacía la tonta y evitaba cualquier tipo de situación que pudiera dar lugar a malos entendidos”, explicó. En este marco, la denunciante dio detalles de cómo, al menos en dos oportunidades, Lugones trasladó a mujeres que mantenían un romance con él, ya sea para mantenerlas cerca cuando estaba con ellas o para alejarlas cuando cortaba el vínculo. En una oportunidad, el titular de APreViDe le tocó la cola y, trabajando en Mar del Plata, le dijo que fuera a cebarle unos mates a la habitación, lo cual la denunciante no hizo pero, a pesar de ello, él se metió en su cuarto para verla dormir.
“Mis compañeros nunca me dejaban sola porque sabían de todas esas cosas”, contó la mujer policía ante la Justicia. “Si no le daba bolilla como él quería, me trataba con hostilidad o me daba órdenes a través de otras personas”, manifestó Buratti. Luego, la trasladó a la DDI La Plata y le advirtió, a través de otros compañeros, que ahí nadie la iba a ayudar. De allí la enviaron a Berazategui, donde los jefes le manifestaron que no tenían ningún problema con ella, pero comenzaron a obligarla a trabajar entre doce y trece horas diarias, solo porque tenían la orden de hacerlo.
Cabe recordar que, paradójicamente, Lugones trabajó en el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y construyó su carrera en la defensa y promoción de los derechos de las víctimas, tal como describe la página oficial de APreViDe.
Asimismo, en la AFIP aparece registrado brindando servicios personales como astrología y espiritismo, tiene una fortuna de deuda en cheques rechazados y percibe 172.751,39 mensuales por su labor en el ministerio de Seguridad de la provincia de Buenos Aires.
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