«Cuando la maten, estoy camino a la Costa», afirmó el diputado de Bullrich horas antes del intento de magnicidio.
Por Guillermo Carlos Delgado Jordan para Noticias La Insuperable

«Marcos, ayer cuando salí de tu oficina fui con mi cuñado a comer a Casablanca. Al lado mío estaba Milmann (sic) con dos pibas y graciosamente decía cuando la maten, yo estoy camino a la Costa. Y se mataban de risa» decía un mensaje de texto enviado cuando ni siquiera habían pasado dos horas desde que Fernando Sabag Montiel apretara el gatillo de su Bersa en la cabeza de Cristina Kirchner.
Este mensaje, que consta en el expediente judicial de la investigación que lleva adelante la jueza María Eugenia Capuchetti, fue enviado por un testigo cuya identidad ha sido reservada y tenía por destinatario al diputado Marcos Cleri.

La jueza citó a las dos mujeres que «supuestamente», habían estado con Gerardo Milman, diputado del PRO ladero de Patricia Bullrich, en la confitería Casablanca, a pocos metros del Congreso. Ambas dijeron no recordar, no estar seguras, no haber estado ese 30 de agosto en ese lugar con el diputado. Pero las cámaras de seguridad verificaron que no decían la verdad:en base a las cámaras de seguridad de la zona, constataron que entre las 15:23 y las 16:28 de ese día estuvieron estas tres personas reunidas. Quienes acompañaron a Gerardo Milman fueron Carolina Elizabeth Gómez Mónaco e Ivana Bohdziewicz; la primera figura en la planilla de personal de la cámara; la segunda no.

“No, a Casablanca no voy nunca. Quizás fui algún día a buscar un tostado. Las únicas veces que fui a Casablanca fue aproximadamente en marzo. He ido alguna vez, pero el 30 de agosto no fui. No, en días cercanos al atentado, no recuerdo haber estado en ese lugar”, dijo Ivana Bohdziewicz ante la Justicia. Cuando le mostraron las cámaras, reculó y aceptó su presencia.
“No, no recuerdo, no solemos ir como algo habitual -le aseguró al fiscal Gómez Mónaco-. Hemos ido por ejemplo a pedir un tostado o algo para comer. En algún momento, pero no este último tiempo.” Pero cuando le exhibieron las imágenes se acordó: “Sí, soy la que estoy vestida con un saco amarillo. Es un día más de trabajo, no pasó nada extraordinario para tenerlo presente”, intento minimizar.
A esto sumemos que, el el 31 de agosto y el 1º de septiembre (día del atentado), efectivamente, Milman estuvo en la costa, más precisamente en Pinamar, como refirió el testigo que iba a suceder.
Dos semanas antes del atentado, Milman, el ladero de Patricia Bullrich, sorprendía con la presentación de un ridículo proyecto en la Cámara de Diputados:
El mismo llevó el número de expediente 4229-D-2022, y tenía por objetivo un «Pedido de informes al Poder Ejecutivo sobre diversas cuestiones relacionadas con el plan de contingencia para frenar la escalada de violencia y amenazas hacia periodistas, jueces, fiscales y actores involucrados en casos judiciales«.
Allí, Milman, el que se reía en la mesa indicando que el estaría de viaje «cuando la maten», premonizaba un «falso ataque a la figura de Cristina, para victimizarla, sacarla de entre las cuerdas judiciales en las que se halla y no puede salir, y recrear un nuevo 17 de octubre«.

Cuando todo cierra… cierra.
No es la declaración de esta dos tipas, falso testimonio, por no decir la verdad?9
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