El jefe del sindicato nacional Histadrut, Arnon Bar-David, anunció la convocatoria de una huelga laboral «histórica» en un intento de «detener la locura» generada por la controvertida reforma judicial del Gobierno de Benjamin Netanyahu.

Israel vive este lunes una jornada de huelgas masivas que engloban a diferentes sectores que expresan de esta forma su rechazo a los planes del Gobierno conservador de Benjamin Netanyahu de reformar radicalmente el sistema judicial.
Tras el anuncio de la histórica huelga, jefe del sindicato nacional Histadrut, Arnon Bar-David, fue recibido con aplausos por una multitud.
Tras la llamada de la Histadrut al paro generalizado, empresas y autoridades locales anunciaron que cerrarán a partir de esta jornada. En particular, las escuelas terminan las clases al mediodía, mientras que las guarderías permanecen cerradas. A la huelga también se han sumado grandes centros comerciales. Se espera que Netanyahu se dirija a la nación con un discurso en el que podría anunciar la congelación de la reforma. El discurso estaba previsto para las 10:00 (hora local), pero fue retrasado ante el temor de que los partidos de ultraderecha puedan romper la coalición gubernamental si se detiene la reforma.

El proyecto de reforma prevé otorgar al Ejecutivo israelí una influencia decisiva en la selección de los jueces, así como limitar el alcance de la Corte Suprema para derogar leyes o fallar en contra del Gobierno. Los críticos consideran que esto debilitaría en gran medida la independencia del poder judicial, dado que Israel no tiene una Constitución, sino solo una comisión del Parlamento, controlada por la coalición gubernamental, para dirimir estos asuntos.