El descubrimiento confirma que el espacio entre las tumbas de la Dianastía XVIII fue reutilizado en épocas posteriores como lugar para construir enterramientos y capillas.

La misión arqueológica conjunta holandesa-italiana del Museo de Leiden en los Países Bajos y el Museo Egipcio de Turín, que operan en el complejo arqueológico del Saqqara, al sur de El Cairo, han encontrado una tumba con la forma de un templo y cuatro capillas de la época ramésida que se extendió de las dinastías XIX y XX (1295-1186 a.C.).
En un comunicado, el Ministerio de Antigüedades y Turismo egipcio destacó el hallazgo de una tumba de 3.200 años de antigüedad perteneciente a Panehsy, el guardián del templo de la deidad egipcia Amón. «La tumba toma la forma de un templo autónomo, que cuenta con una puerta de entrada, un patio interior que contiene bases de columnas de piedra y un pozo que conduce a cámaras funerarias subterráneas, así como tres capillas conjuntas», detalló el director de la zona arqueológica de Saqara, Mohamed Yusef.

Por su parte, el secretario general del Ministerio Mustafa Waziri indicó que los arqueólogos también descubrieron una serie de cuatro capillas que datan del mismo período. Un hallazgo que «arroja luz sobre el desarrollo de la necrópolis de Saqqara durante la época ramésida, y levanta el telón sobre nuevos individuos aún no conocidos en las fuentes históricas», expresó el secretario.
Asimismo, el experto subrayó que este descubrimiento afirma algunas de las teorías previas que apuntan a que el espacio entre las tumbas de la Dianastía XVIII fue reutilizado en tiempos posteriores como lugar para construir enterramientos y capillas en la época ramésida.