
El cambio de estado de ánimo de Ding Liren es una realidad: ganó con autoridad la cuarta partida e igualó el match por el título mundial de ajedrez que disputa frente a Ian Nepomniachtchi en Astaná.
Por Rodrigo Bisbal para Noticias La Insuperable ·
Sonaba a cuento que la música de Bob Dylan y el afecto de los amigos le hubieran devuelto la sonrisa a Liren tan de repente. Hasta se había dado el lujo de rechazar, como si esperase que volara la toalla desde el rincón, la asistencia de un psicólogo cuando parecía una piltrafa en trance de sufrir los embates de Nepo. La sonrisa, el cambio de discurso y el aplomo de ayer a muchos les habían parecido artificiales, una impostura de emergencia.
Pero no, no eran cuentos chinos: en la partida de hoy demostró que ha vuelto el fino ajedrecista que el público estaba acostumbrado a disfrutar. Atrás quedó el pusilánime Liren de los dos primeros encuentros, el jugador cegado por las luces de un escenario de campeonato mundial que parecía quedarle demasiado grande.

Liren Ding, para escribir su nombre a la manera de nuestras costumbres, aprovechó en la cuarta partida la oportunidad de llevar la voz cantante de las piezas blancas. Optó por 1. C4, una Apertura Inglesa, y tras Cf6 de Nepo quedó raramente pensativo. Parecía que había entrado de nuevo en el terreno del desconcierto y la parálisis. Pero nada más alejado de la realidad. Falsa alarma. O parte de la estrategia. A partir de allí trabajó por la iniciativa hasta dejar a Nepo sin la más mínima posibilidad de alcanzar las tablas.
Con un sacrificio de calidad bien evaluado, previsible si se quiere, el ajedrecista chino se floreó ante las cámaras del mundillo de ajedrez con aires de don Tigran y, allí mismo, definió la partida. Lo que siguió fue simplemente la imposición de una ventaja múltiple: espacio, dinámica, casillas-clave y peones centrales avanzados.

Nepomniachtchi decidió padecer más de lo necesario y, llegada la posición del diagrama siguiente, tal vez por inercia defensiva, jugó Tg6, pero abandonó después de Df8 de Ding.


Con dos grandes jugadores en match igualado 2 a 2, el campeonato del mundo vuelve a cobrar interés. El estado anímico deplorable que mostraba Liren y amenazaba con opacar la disputa del título parece haber quedado atrás definitivamente. Resta saber cómo asimilará Nepo este golpe. Mañana habrá descanso. Las perspectivas para lo que vendrá son halagüeñas: muy bien podrían preverse diez partidas para disfrutar.
Este chinito va a dar un sorpresa. Guarden este mensaje!
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