Un equipo de científicos utilizó técnicas modernas no invasivas para observar sin invadir ni alterar.
Por Alcides Blanco para Noticias La Insuperable

Un equipo de científicos ha revelado sorprendentes descubrimientos en el interior de antiguos ataúdes egipcios sellados, utilizando tomografía de neutrones, y arrojando luz sobre prácticas de momificación en el antiguo Egipto.
Los investigadores examinaron cajas de aleación de cobre que datan de los periodos Tardío y Ptolemaico, aproximadamente entre el siglo VII y el siglo III a.C. En su interior, hallaron restos ocultos de animales que coincidían con las representaciones en las ilustraciones exteriores.
La momificación de animales era un lugar común en el antiguo Egipto, con los restos de muchos animales colocados dentro de estatuas o cajas votivas con representaciones de animales o criaturas híbridas humano-animal. Las cajas votivas estaban hechas de una variedad de materiales y, a menudo, selladas; algunas cajas aún se conservan en este estado en colecciones de museos.

Un estudio previo de cajas votivas selladas de aleación de cobre de la colección del Museo Británico usó tomografía computarizada de rayos X para buscar restos de animales, donde la calidad de imagen era deficiente debido a la atenuación de las cajas y los metales aparentemente densos en el interior. En este estudio se aplicó tomografía neutrónica a seis de las cajas votivas previamente examinadas.
Se descubrieron restos de animales, probablemente de lagartijas, y fragmentos de envoltorios textiles dentro de tres de las cajas. La evidencia del proceso de fabricación y las reparaciones posteriores de las cajas fueron descubiertas por neutrones. También se identificaron cantidades significativas de plomo en tres cajas. Los hallazgos demuestran la efectividad de la tomografía de neutrones para el estudio de restos momificados dentro de contenedores de metal sellados y brindan evidencia que vincula las figuras de animales representadas en la parte superior de las cajas votivas con los restos ocultos.
El estudio, encabezado por Daniel O’Flynn, del Departamento de Investigación Científica del Museo Británico, fue publicado en Scientific Reports.
