Otro golpe al bolsillo: el subte porteño vuelve a aumentar

Desde el 1° de noviembre, viajar en subte volverá a ser más caro en la Ciudad de Buenos Aires. El nuevo incremento, vinculado al Índice de Precios al Consumidor más un 2% adicional, llevará el valor del pasaje a $1.157 para quienes tengan la SUBE registrada y a $1.189,63 para quienes no la tengan.

Por Celina Fraticiangi para Noticias La insuperable

A partir del sábado 1° de noviembre, el subte porteño volverá a aumentar su tarifa, en lo que será el undécimo ajuste del año bajo el esquema de “actualización mensual automática”. La medida fue oficializada mediante la resolución 108 del Boletín Oficial de la Ciudad de Buenos Aires, y establece un incremento del 4,1% sobre el valor vigente.

El nuevo cuadro tarifario

Con este aumento, el pasaje común pasará de $1.112 a $1.157 para los usuarios que cuenten con la Tarjeta SUBE registrada. En caso de no estar registrada, el boleto costará $1.189,63, lo que marca la continuidad de una tarifa diferencial punitiva hacia quienes aún no realizaron el trámite.

Según el gobierno porteño, el ajuste responde al mecanismo que ata las tarifas del transporte público al Índice de Precios al Consumidor (IPC) más un 2% adicional, un esquema que garantiza subas mensuales automáticas y sostenidas, incluso por encima de la inflación real.

Bonificaciones y tarifas especiales

A pesar de la suba, seguirán vigentes los descuentos para pasajeros frecuentes, que aplican bonificaciones del 20%, 30% y 40% para quienes superen los 20, 30 o 40 viajes mensuales, respectivamente.

Por su parte, los beneficiarios de la Tarifa Social abonarán $404,95, mientras que el boleto estudiantil costará $161,98.

Una suba más en una Ciudad cada vez más cara

El nuevo aumento se suma a una larga lista de ajustes impulsados por la gestión de Jorge Macri, que bajo el discurso de “sinceramiento tarifario” viene aplicando incrementos mensuales en transporte, peajes y servicios públicos.

Mientras Milei sostiene el congelamiento salarial y la licuación de jubilaciones, en la Ciudad el macrismo aplica una política tarifaria que profundiza la desigualdad: un servicio cada vez más caro, menos accesible y que golpea directamente el poder adquisitivo de los trabajadores y estudiantes.