Vuelve el barbijo: la gripe H3N2 descontrola el otoño del hemisferio norte

La variante H3N2 subclado K llegó antes de tiempo, desbordó hospitales —con casos que crecieron hasta 56% en el Reino Unido— y encendió las alertas de la OMS por su mayor capacidad de mutación y transmisión en espacios cerrados.

Por Alina C. Galifante para NLI

La situación sanitaria del hemisferio norte volvió a teñirse de incertidumbre. Una cepa particular de la gripe estacional, la variante H3N2 (subclado K), está generando un aumento de contagios muy por encima de lo habitual para esta época del año. El fenómeno tomó por sorpresa a los sistemas de salud, que tuvieron que acelerar protocolos y reforzar medidas frente a un virus que viene mostrando un comportamiento inesperado.

El impacto ya se siente en las infraestructuras sanitarias, con hospitales y clínicas enfrentando un flujo sostenido y creciente de personas con síntomas gripales. El caso más ilustrativo es el Reino Unido, donde los ingresos hospitalarios asociados a la gripe se dispararon con un 56% de aumento interanual en las últimas semanas. Frente al desborde, las autoridades repiten una recomendación central: aislarse de inmediato ante la aparición de síntomas, para cortar cadenas de contagio y aliviar la presión sobre los centros de salud.

La Organización Mundial de la Salud advirtió además que la actividad gripal comenzó entre tres y seis semanas antes de lo previsto, alterando por completo las proyecciones epidemiológicas que habían realizado los organismos sanitarios públicos y privados. Ese corrimiento del calendario amenaza con extender el período de tensión hospitalaria y obliga a recalibrar los planes de respuesta.


Una variante que muta rápido y desafía a la inmunidad

La comunidad científica sigue de cerca el avance del subclado K del H3N2, preocupado por una característica que complica el panorama: su capacidad para incorporar mutaciones. Esas modificaciones genéticas permiten al virus evadir parcialmente la inmunidad, afectando tanto la respuesta natural del organismo como la protección que brindan las vacunas actuales.

No obstante, los organismos de salud mantienen un llamado urgente a la vacunación. Si bien la efectividad puede variar levemente ante estas mutaciones, el consenso es contundente: la vacuna sigue siendo la herramienta más eficaz para reducir internaciones y complicaciones graves.

En paralelo, especialistas como Andrew Pekosz, de la Universidad Johns Hopkins, remarcan que estas mutaciones también incrementan la eficiencia del virus para transmitirse en espacios interiores sin ventilación adecuada, un escenario típico del invierno en el hemisferio norte. Esa combinación —más mutaciones, más transmisión y llegada anticipada— explica la velocidad con la que se multiplicaron los casos.


La abrupta irrupción de la variante H3N2 subclado K no solo desbordó previsiones: volvió a exponer la fragilidad de los sistemas sanitarios ante patógenos en evolución constante. Con las próximas semanas aún en desarrollo, todo indica que las recomendaciones de cuidado, el aislamiento temprano y la vacunación serán clave para evitar un escenario aún más crítico.


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