El multiinstrumentista británico falleció tras una breve enfermedad, según confirmó la propia banda. Fue una pieza clave del sonido de The Cure durante más de una década y participó en algunos de sus discos más emblemáticos.
Por Lola Santacreta para NLI

La música internacional despidió este viernes a Perry Bamonte, integrante fundamental de The Cure durante gran parte de su historia. El músico británico murió a los 65 años tras una breve enfermedad, en su casa y durante las fiestas de Navidad, según informó oficialmente la banda a través de un comunicado publicado en su sitio web.
“Con enorme tristeza confirmamos el fallecimiento de nuestro gran amigo y compañero de banda Perry Bamonte”, señalaron desde el grupo liderado por Robert Smith, que destacó el vínculo personal y artístico que los unió durante décadas.
Nacido en Londres en 1960, Bamonte inició su carrera musical muy joven. A los 19 años comenzó a tocar el bajo y se integró, junto al baterista Paul Langwith, al proyecto The Plan, donde coincidió con Robert Marlow y Vince Clarke, quien luego se convertiría en una figura central de Depeche Mode, Yazoo y Erasure.
De asistente a miembro esencial de The Cure
Antes de sumarse oficialmente a The Cure, Bamonte ya formaba parte del círculo íntimo de la banda. Entre 1984 y 1989 se desempeñó como asistente personal y técnico de guitarra de Robert Smith, acompañándolo durante giras clave que consolidaron el perfil internacional del grupo.
En 1990, su incorporación definitiva marcó el inicio de una de las etapas más ricas del conjunto. The Cure lo describió como un músico “tranquilo, intenso, intuitivo, constante y enormemente creativo”, cualidades que quedaron plasmadas tanto en estudio como en vivo.
Discos, giras y una huella indeleble
Durante sus años en la banda, Bamonte participó en álbumes fundamentales como Wish, Wild Mood Swings, Bloodflowers, Acoustic Hits y The Cure. En esas grabaciones aportó guitarras, bajo de seis cuerdas y teclados, ampliando la paleta sonora característica del grupo.
Además, fue parte de más de 400 conciertos a lo largo de 14 años, convirtiéndose en una presencia habitual en las giras mundiales que reforzaron el estatus de culto de The Cure.
En 2005 decidió alejarse de la música para dedicarse a la ilustración y a la pesca con mosca, una pasión personal que lo acompañó durante años. Sin embargo, su vínculo con la banda nunca se rompió del todo: regresó para la ceremonia de ingreso al Salón de la Fama del Rock & Roll en 2019 y volvió a los escenarios en 2022 con la gira Shows of a Lost World.
El comunicado oficial cerró con un mensaje de despedida que resume el sentir del grupo: “Nuestros pensamientos y condolencias están con toda su familia, le echaremos mucho de menos”. Con su muerte, The Cure pierde a uno de los músicos que ayudó a definir su identidad sonora en una de sus etapas más recordadas.
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