Por Alejandro Lagreca para La Insuperable
La segunda vida de Miguel Najdorf terminó sorpresivamente en Málaga, cerca del final del siglo XX. La primera, con sus incertidumbres, pérdidas y desgarros, quedó esbozada en fragmentos dispersos de la historia universal del ajedrez o en textos poco asequibles, casi siempre destinados a los expertos. Entender cómo y por qué Najdorf había llegado a ser una respetada figura de la cultura popular argentina, conocer sus orígenes y los disímiles contextos que ligaron sus dos vidas, más allá de ocasionales anécdotas, exigía una paciente búsqueda en territorios documentales poco amigables o desprolijos sitios web.
Veinte años de ausencia y la pérdida del legado, desde 2008, que don Miguel había soñado para el ajedrez nacional en virtud de la continuidad del torneo magistral que lleva su nombre —en la actualidad se organiza y disputa en Polonia, casi siempre sin jugadores argentinos—, parecían hasta hace poco suficientes para relegar su recuerdo a una ínfima memoria de cenáculo. La aparición de la novela de Gabriel Siegel, La primera vida de Miguel Najdorf, llegó justo a tiempo para desafiar al olvido y enriquecer la metáfora de las dos existencias del hombre que, tempranamente, se autodenominó El Viejo.
Lo cierto es que Siegel publicó, en 2016 —se infiere sin dificultad que con el respaldo de la investigación minuciosa y el aval de los documentos imprescindibles—, una biografía que él mismo caracterizó como “mínimamente novelada”, veraz, pero con una estructura narrativa que reconforta al lector. Sin perjuicio de la centralidad del protagonista, el autor reconstruye un contexto histórico tremebundo, insoslayable tanto para el anclaje de un relato que abarca, aproximadamente, treinta y siete años, como para la caracterización profunda del personaje. La asociación de recursos literarios genuinos con un celoso rigor referencial es, quizá, uno de los méritos más destacados del libro.
El horror del holocausto es la presencia ominosa que se funde con la desesperante realidad del personaje principal. Las partidas simultáneas a ciegas, proezas mentales de Najdorf que la novela contextualiza, son una interrogación a la iniquidad, una señal humana contra la degradación, la búsqueda de respuestas a una tragedia colectiva y personal. Quizás solo a través de la literatura resulte posible desbaratar el engañoso efecto del récord, el culto insustancial a las cifras que empañan el sufrimiento ante lo monstruoso e irracional. Una ventaja del género narrativo en la que es importante hacer hincapié, sin desmedro de las intenciones declaradas por el autor de haberse apegado con la mayor fidelidad posible a los hechos.
Con las anécdotas como escudo ante las heridas existenciales, ocurrencias, una proverbial y simpática fanfarronería, matizadas con innumerables apariciones en los medios, Miguel Najdorf fue sinónimo del ajedrez nacional. También la cara más visible de la única época dorada que este deporte tuvo en Argentina. Su segunda vida se impuso en las apariencias: columnista de un diario, padre, viajero, exitoso empresario, mecenas y animador internacional del juego ciencia. El vacío literario parecía inexplicable. Un personaje difícil de igualar. Más interesante que Fischer, menos controvertido que Kasparov, tan querido como su tocayo Tal o el inefable Chucky Ivanchuk. Por eso la novela de Gabriel G. Siegel es un hito pero no una sorpresa.
La primera vida de Miguel Najdorf representa, en definitiva, el contrapeso necesario para delinear con mayor fuerza y verosimilitud humanas la figura de un talento que, en épocas de marketing meritocrático —sesgado hasta el límite del grotesco por intereses espurios—, podría haber sido encasillada y explotada como la de un aguerrido emprendedor, terco, exitoso a pesar de las condiciones adversas, dejando de lado no solo las circunstancias del sufrimiento que marcó su vida sino también el privilegio de una memoria inusual, el virtuosismo y la perspicacia a tiempo completo, conjunto de atributos que les es dado a un ínfimo número de seres humanos y que, además, se potencia en marcos singulares, es decir, en condiciones excepcionales de época y espacio.
La última presentación de La primera vida de Miguel Najdorf se realizó el sábado 11 de noviembre de 2017 en la sede de Hebraica de Pilar. Por fortuna, 2016, cuando apareció la primera edición de la obra de Siegel, fue un año fructífero para la bibliografía sobre el gran maestro: Russell Enterprises también publicaba, en inglés, Najdorf X Najdorf (Najdorf x Najdorf, by Liliana Najdorf; foreword and Selected Annotated Games by Jan Timman), traducido por Taylor Kingston, con la adición de valioso material, que no esquiva el análisis del controvertido anecdotario de El Viejo.
Siegel, Gabriel G. (2016), La Primera Vida de Miguel Najdorf, Buenos Aires: Maipue. 200 páginas.
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* Miguel Najdorf (Varsovia, 15 de abril de 1910 – Málaga, 4 de julio de 1997) ajedrecista argentino de origen polaco, Gran Maestro Internacional, Premio Kónex de Platino (1980) al más importante jugador de la historia nacional.
MUY INTERESANTE LECTURA
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Excelente obra que se convierte en un merecido homenaje a Don Miguel (El Viejo) Najdorf. Lo leí en un día sin poder interrumpir la lectura.
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Una anécdota: en el Club Argentino de Ajedrez juegan partidas rápidas Najdorf y Oscar Cuasnicu. Oscar se quiere retirar aduciendo no tener más dinero. Najdorf responde: seguí hasta que venga mi esposa a buscarme. Cuasnicu insiste en retirarse. Najdorf se opone. Cuasnicu jocosamente le propone jugar «por una oreja». Najdorf -con su inolvidable acento- le responde: «No. Pog una ogueja no. Te juego pog un guevo que ya no me sigven paga nada». Fui testigo. Roberto Rey dni 8362814.
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