Las andanzas de Vincent

Hace pocos días al GM Boris Gelfand le toco sufrir el rigor combinatorio de uno de los adolescentes intratables que en los últimos tiempos suelen alterar la gris rutina de los torneos magistrales.

Por Rodrigo Bisbal para Noticias La Insuperable

Mientras se aguarda con impaciencia la quinta partida del match por el título mundial, roto el aburrimiento de los empates por la filtración del video que revela parte de los secretos del entrenamiento de Caruana, nada mejor para matizar la espera que revivir los sobresaltos que le tocaron padecer a un rey sin corona a manos del irreverente Vincent Keymer, adolescente al que no amedrentan puntajes ELO ni blasones.

El encuentro entre Keymer y Gelfand al que nos referimos tuvo lugar pocas semanas atrás, el 27 de octubre*. El sufrido veterano Boris, jugador experimentado si los hubiera ─no hace mucho estuvo a un paso de coronarse campeón del mundo─, tuvo esta vez que sumar a sus inmerecidas desventuras la insolencia táctica del enfant terrible alemán que lo eligió como partenaire de su ansiada inmortal: después de un vistoso sacrificio de Dama, se dio el lujo de martirizar a su víctima con una serie de amenazas de afrentosos mates.

Todo comenzó así:

Hasta aquí nada parecía apartarse de lo que se esperaba: el negro había igualado ─en apariencia─ y se aprestaba a tomar la iniciativa con la mira puesta en las debilidades del enroque blanco. Vincent representaba a la perfección el papel de Cenicienta que acaricia el sueño imposible de hacer tablas con el príncipe Boris.

Por lo visto Gelfand no se consideraba en apuros ni mucho menos, todo parecía estar bajo control: Keymer ocupado en salir de las incómodas clavadas y él mejorando la ubicación de sus piezas. Pero en el fondo nada era tan así. Tras 35. Qd3 Qc6 36. Kf2 Bc7 37.Na6 Rd8 38.Nxb4 Qe6 llegó el golpe que dejó estupefacto a Boris: 39.Qxd8+ !!! Sacrificio de Dama de aceptación obligatoria, ¡nada menos! Los maestros que observaban los acontecimientos se preguntaban si habría algún médico entre los participantes del torneo. «Un cardiólogo sería lo ideal», se dice que murmuraban.

39. Qxd8+

De aquí en más todo sería sufrimiento para Gelfand: la salvación, una quimera. Las amenazas se multiplicaron y solo quedaban por elegir las peores opciones porque, en verdad, las mejores ya no existían: 39 … Bxd8 40. Rxd8+ Kg7 41. Bd4 Kh6 42. g4 Nd7 43. Nd5 f5 44. Rh8 fxe4 45. f4 Nf8 46. g5+ Kh5 47. Nf6+ Kh4 48. Nxh7 e3+ Después de 49. Bxe3 Boris consideró que al fin y al cabo no habría por qué negarle al osado imberbe su propia inmortal. ¿Acaso esa no sería una manera de incentivar a los jóvenes talentos? Viéndose como un benefactor de la futura vitalidad del juego ciencia, entonces, Gelfand abandonó con un noble apretón dado sin rencores a la alegre mano de su rival. Se retiró silbando bajito lo que un su tradición sería el equivalente a un tango amargo, hubiera dicho un poeta uruguayo. A veces las obligaciones para con las generaciones venideras son arduas. El que no esté convencido de esta dura pero noble sentencia, que hable con Boris.

 

 


* Vincent Keymer vs Boris GelfandIsle of Man Masters, 27/10/2018 |Defensa Semi-eslava, variante Stoltz


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