El “curioso” ensamble societario en medio de la polémica minería mendocina
Por Tomás Palazzo para Noticias La Insuperable
Hay algunos que desean tener el “teléfono de Dios” para conocer el devenir de los tiempos; otros, más terrenales, tienen el teléfono del gobernador. O, al menos, así parece.
Ernesto Sanz, aquel radical que secundado por el tuitólogo Lucas Llach supiera ir (y perder por afano) a internas presidenciales en Cambiemos contra Mauricio Macri en 2015 y luchara denodadamente para que al centenario partido no le quedase en pie ninguno de sus principios se ha convertido en estos días en un visionario de los negocios. Y es que el pasado jueves 5 de diciembre, pocos días antes de que el gobierno mendocino le abriera el negocio que permitía el uso del cianuro y el ácido sulfúrico en megaminería metalífera a cielo abierto (y que gracias a la lucha del pueblo mendocino hoy dio marcha atrás), el ex presidente del Radicalismo conformó en la provincia que hoy gobierna Rodolfo Suárez (su amigo personal) una flamante sociedad minera.
Se trata de BERGBAU SAS, con domicilio legal en Entre Ríos 29, San Rafael, Mendoza (sede del Estudio Jurídico Sanz Fernández) y cuyo objeto social principal es la minería.
Pero más allá de la visión del oportuno negocio, Ernesto Sanz ha encontrado a un socio que parece estar a su altura; se trata, nada más ni nada menos que de Bernardo Alcanoni, otro abogado mendocino (ex rugbier e hijo del ex secretario administrativo del Concejo Deliberante de San Rafael) que supo tener sus cinco minutos de fama cuando, en un boliche de Punta del Este, en enero de 2018 molió a palos y le provocó 30 fracturas a un joven cordobés, evadiendo la condena tras pagar 80.000 dólares.
Ejemplo, si los hay, del “emprendedurismo” que propinaba Cambiemos.