Estos mamíferos desaparecieron de la región hace unos 8500 años.
Por Alcides Blanco para Noticias La Insuperable

En la localidad rionegrina de General Conesa, en la patagonia argentina, se descubrieron los restos fósiles de un litopterno, mamíferos placentarios meridiungulados que vivieron exclusivamente en el Cenozoico de Sudamérica y cuyas últimas especies desaparecieron hace 8500 años en el evento de extinción de megafauna del Cuaternario, después de establecerse el hombre.
Su nombre, litopterno, hace referencia a la constitución de sus patas; significa «tobillos simples», ya que a su descubridor le parecieron más sencillos que los de los caballos, con cuyos antepasados fueron confundidas las primeras especies descubiertas.
Según indicaron desde el gobierno provincial, quienes descubrieron los fósiles hicieron la respectiva denuncia al correo electrónico del Museo Paleontológico Bariloche, que inmediatamente informó a la subsecretaria de Patrimonio y Cooperación Cultural de la Secretaría de Estado de Cultura, Natalia Villegas. La funcionaria provincial viajó al lugar del hallazgo junto a las paleontólogas Ariana Paulina-Carabajal y Karen Ulloa-Guaiquin de la Asociación Paleontológica de Bariloche para evaluar el material hallado. Allí, se constató que lo encontrado en superficie correspondía a un miembro posterior casi completo y articulado de un mamífero del grupo de los Litopterna, que consistía en fémur casi completo, sector proximal de tibia y fíbula, restos del tarso, metatarsos y falanges completos y articulados. El procedimiento se registró mediante fotografías y mediciones, lo que permitió posteriormente la corroboración por parte la especialista Teresa Dozo (CONICET-CENPAT) y el especialista Javier Gelfo (CONICET-MLP) de que se trataba de un mamífero litopterno.

Dado que el material fósil presenta un grado de fragilidad debido a su naturaleza hueca, estar expuesto a la humedad de las intensas lluvias y la acción de raíces se consideró que una extracción rápida podría perjudicar el mismo y se procedió a la protección de los fósiles mediante la confección de “tapas” de yeso para su posterior rescate, extracción y transporte a una institución designada por el ente de aplicación.