La IGJ le pone freno a una offshore creada por empresarios argentinos para «llevársela afuera»

Se trata de Mutt Datta, una empresa que se dedica a analizar grandes datos con inteligencia artificial y otras técnicas para sacarle el mayor provecho posible.

Por Tomás Palazzo para Noticias La Insuperable

A mediados de 2018, cuatro jóvenes dejaron sus empleos en Jampp (una plataforma para la promoción y remarketing de aplicaciones móviles), y fundaron MUTTDATA S.A.S., constituida en noviembre de dicho año. Ellos son Juan Martin Pampliega, Pedro Ferrari, Pablo Lorenzatto y Juan Mateo de Monasterio.

La empresa tiene como objetivo aumentar los ingresos de las empresas mediante el uso de modelos de machine learning, Big Data e inteligencia artificial. Mutt Data desarrolla servicios de automatización basados en las métricas de las empresas. También desarrollaron un sistema de publicidad y de detección de anomalías.

Esa fue su primera idea. Y con ella obtuvieron una clientela de importantes empresas como Mercado Libre, Claro y Wild Life, entre otras.

La segunda idea fue crear una empresa ficticia en el extranjero para llevársela afuera. Y el ligar elegido fue Inglaterra. Allí inscribieron, a fines de 2021, MUTT DATA AI LTD., de la cual ellos mismos son los socios, y con la que pretendieron simular la compra de la empresa argentina con el fin de evitar la responsabilidad que les caería con la formación de una sociedad nacional.

Según un artículo publicado por El Cronista en ese mismo 2021, esperaban facturar unos $ 120 millones, lo que significaba duplicar la facturación del año pasado. Y de acá a tres años apuntan a cuadriplicar la facturación de 2021. Asimismo pasaban de 13 empleados a 40, y proyectaban superar los 120 a fines de ese año.

Pero la Inspección General de Justicia (IGJ), el organismo que dirige Ricardo Nissen, descubrió las intenciones y le puso un freno. A través de la Resolución Particular Nº 261/2023, a la que accedió Noticias La Insuperable, señalan que los cuatros socios «pretenden realizar un ejercicio habitual en el país pero en vez de hacerlo con la sociedad nacional que ya se encuentra constituida y de la cual ya son dueños, lo hacen a través de una sociedad constituida en el extranjero«, y así gozar de sus beneficios.

Asimismo, aclaran que lo de MUTT DATA parece ser práctica habitual de una parte importante del sector empresario argentino: «no debe pasar desapercibida la lucha que encara este Organismo a diario con sociedades como “MUTT DATA AI LTD” cuyos socios constituyen una sociedad en el extranjero con el solo fin de evitar la responsabilidad que les caería con la formación de una sociedad nacional ya que como queda demostrado en este caso, esta INSPECCION GENERAL DE JUSTICIA no trata de decidir en que parte del mundo las personas pueden realizar su negocios sino que simplemente pretende que la actividad mercantil que realicen encuadre dentro de la norma establecida para cada tipo social y las consecuencias derivadas de las mismas, de lo contrario, se estaría siendo cómplice del fraude que implica la creación de una sociedad con fines extrasocietarios para los cuales el legislador ya previó sanción«.

Dado esto, la IGJ rechazó la solicitud de inscripción de la sociedad «extranjera» dentro de los parámetros del artículo 123 de la Ley de Sociedad Comerciales, e intimó a que lo haga por el 124, que al tener «su sede en la República o su principal objeto esté destinado a cumplirse en la misma, será considerada como sociedad local a los efectos del cumplimiento de las formalidades de constitución o de su reforma y contralor de funcionamiento».