Secuestrado en la ESMA, metódicamente fue sacando fotografías y documentos que serían la prueba clave en los juicios.
Por la Redacción de Noticias La Insuperable

Víctor Basterra tenía 35 años cuando el 10 de agosto de 1979 un grupo de cuatro hombres apareció en la terraza de su casa de Valentín Alsina. Su perro, Olaf, ladraba enloquecido. Él se incorporó, todavía dolorido por una operación reciente de hernia, y se encontró con la patota de lo que después sabría que era la ESMA. Con él, se llevaron a su compañera, Dora Laura Seoane, y a su hija de dos meses y diez días, María Eva. Basterra sufrió dos paros cardíacos por la tortura dentro de la ESMA.
Ya en la Esma trabajó como mano de obra esclava en el sector de documentación donde se hacían, por ejemplo, los documentos falsos que usaban los marinos para distintas operaciones.
Basterra fue recopilando esos materiales y los fue retirando escondidos en su cuerpo del centro clandestino de detención en las salidas que le otorgaban para ver a su familia. Ese material recopilado por Basterra fue determinante en los juicios de lesa humanidad.
Su testimonio y las fotos que pudo sacar dentro del emblemático centro clandestino de detención durante la dictadura cívico-militar fueron fundamentales en la lucha por la memoria, la verdad y la justicia en la reconstrucción del calvario que sufrieron los familiares y víctimas del terrorismo de Estado..
Basterra falleció este sábado. Sus restos serán despedidos entre las 11.30 y las 12.30 en Sepelios Saltalamacchia, ubicado en las calles 2 entre 41 y 42 de la ciudad de La Plata, tras lo cual serán trasladado hasta la localidad del Pato, donde se realizará la cremación, informaron sus allegados.
Q.E.P.D Victor . Imprescindible el legado en su acción para, todavía, seguir juzgando y condenando a los malditos criminales vivos del genocidio cometido. Ni olvido Ni perdón en su memoria.
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