Uno de los rugbiers sobreseído se presentó ante la Justicia y relató todo lo que vivió la madrugada del 18 de enero de 2020. «Vengo a ayudar a la Justicia», había anticipado antes de entrar a los Tribunales.
En una nueva audiencia por el crimen de Fernando Báez Sosa, uno de los rugbiers sobreseídos, Juan Pedro Guarino, fue uno de los primeros en declarar en la primera audiencia de la semana e incriminó a Máximo Thomsen.
El rugbier fue el primer en llegar a los tribunales de Dolores y antes de ingresar aseguró ante la prensa que se iba para “ayudar a la Justicia”. “Justicia por Fernando”, se lo escuchó decir.
Ya frente a los fiscales, empezó su declaración frente a las preguntas del abogado de la familia de la víctima, Fernando Burlando, y explicó cómo fue ese 18 de enero de 2020, cuando se produjo el brutal ataque a Báez Sosa a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell.
Juan Pedro Guarino habló de lo que vivió y vio la noche del 18 de enero de 2020
Según relató, ese día se levantaron tarde porque se acostamos tarde. “Fuimos a la playa, volvimos a la casa, nos bañamos, nos cambiamos y nos preparamos. Hablé con una compañera de colegio y fuimos a una casa. Ya habíamos comprado las entradas para ir a Le Brique. El boliche estaba muy lleno de gente”, remarcó el joven.
“Yo esperé a poder entrar. Dije: ‘Me voy’. Hasta que por una de las puertas pudimos entrar. Después fue normal hasta que estaba parado en las escaleras de la pista de abajo y veo que cerca mío, en la barra, estaba discutiendo Máximo Thomsen y [Matías] Benicelli con dos o tres chicos. Después me entero [que era] porque le habían tirado un vaso”, relató el testigo y vio cómo sacaron a Thomsen y el resto de sus amigos en el boliche.
Sobre lo que sucedió después relató que luego de que sacaron al grupo del boliche pensó que iba a quedarse solo adentro por lo que dejó en claro que nadie lo sacó y fue por decisión propia que se fue del lugar.
“Salgo por decisión propia, salgo más tarde que ellos. Salgo caminando por atrás y veo a mi izquierda que Luciano Pertossi está peleando con otro chico. Llego cuando Luciano ya no se estaba peleando más. Voy a ver cómo estaba él. Lo siento en un banco. Viene Ciro Pertossi. Luego escucho gritos a mi derecha, Luciano y Ciro se levantan y se van, imaginé que iban a pelearse de vuelta, no lo podía creer”, precisó y reveló: “Miro, veo a Máximo Thomsen y a un chico tirado en el piso, y después me entero de quién era. Cuando vi eso no lo podía creer, me enojó muchísimo, me fui solo”.
Indignado, el testigo aseguró que “no podía creer” la escena que estaba mirando y explicó: “Porque habíamos ido de vacaciones a pasarla bien. Ellos ya se habían peleado en otras ocasiones. Había hablado con mi mamá y mi novia que si volvía a pasar me iba a volver de las vacaciones. Nunca lo pude creer”.
“¿Se movía la persona tirada en el piso?”, interrogó el abogado. “Lo que llegué a ver, no”, dijo contundente el joven, y se sinceró: “Sentí hasta vergüenza, me da mucho dolor”.
Respecto a los comentarios que pudieron hacer los acusados en la casa que compartían, el joven rugbier confesó que “estaba muy enojado” y no escuchó nada: su reacción fue meterse en la habitación y cargar el celular.
Por último, confesó que las peleas en el grupo era algo constante. “Sí salía, era siempre lo mismo. En Zárate me podía ir a mi casa. Acá [por Villa Gesell], no”, indicó Guarino.
“El enojo lo sigo teniendo, tristeza, no poder creerlo. Desde ese día hasta hoy”, respondió Guarino cuando Burlando le preguntó hasta cuándo persistió su enojo con los demás y tras consultarle si había ido, la madrugada del homicidio, a comer hamburguesas con los imputados.
(C5N)
Si todo comienza desde la propia casa, ¿que podrán declarar en el juicio padres de los que han cometido este crímen?
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