Hay una ofensiva generalizada contra distintas minorías.

El flamante Gobierno israelí, liderado por Benjamín Netanyahu junto a socios ultraortodoxos y ultraderechistas, tiene en la mira a la comunidad LGTBI, que se ve en «la primera línea de batalla» ante lo que describe como una ofensiva generalizada contra distintas minorías.
«Mi problema no es con personas específicas sino con la ideología LGTBI y su movimiento político», afirmó Avi Maoz, viceministro israelí religioso encargado de políticas educativas y migratorias, durante la jura del nuevo Ejecutivo israelí hace menos de un mes. A declaraciones como esta, habituales entre ministros del nuevo Gobierno, se suman también acciones, como la inclusión en los acuerdos de coalición de una cláusula que llama a enmendar la ley antidiscriminación para que comerciantes o incluso médicos se puedan negar a prestar servicio a quienes «hieran sus creencias y sentimientos religiosos».

Ante esto, representantes de la comunidad LGTBI han puesto el grito en el cielo y anticipado que lucharán hasta el final para proteger los derechos que han conseguido y de los que Israel solía presumir. De hecho, Tel Aviv acoge anualmente el mayor Desfile del Orgullo de Oriente Medio, evento que sucesivos gobiernos han defendido como ejemplo de los valores democráticos y liberales del país.
(Con información de EFE)