Fue en reacción al decreto de Macron imponiendo una reforma jubilatoria.

Después de que el gobierno impusiera por decreto la reforma jubilatoria, Francia amaneció con cientos de calles cortadas y manifestantes que piden que se de marcha atrás a la reforma. Miles de personas salieron a las calles, cientos de ellos fueron arrestados y reprimidos por la policía. El Frente Sindical Unido convocó a una gran huelga para el próximo 23 de marzo.
La decisión del presidente Macron de adoptar la reforma, que retrasa la edad de jubilación de 62 a 64 años, sin someterla al voto de los diputados, fue tomada por temor a una derrota parlamentaria. El mecanismo adoptado, el artículo 49.3 de la Constitución, es legal pero controvertido y fue formalizado a pesar de que la ley es resistida por dos de cada tres franceses.
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