El FMI financia la fuga

En un año, el fondo pasó de sostener desestabilizadoras políticas de libre flotación con su elevado costo de devaluación e inflación, a permitir el uso de sus fondos para financiar la fuga de capitales en el marco del año electoral

Por Tomás Palazzo para Noticias La Insuperable

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Al momento de apagar la primera velita los deseos no solo no se han cumplido, han sido lo contrario de lo ¿esperado? O bien sabíamos que cuando Mauricio Macri auguraba que el Stand By sería “un gran acuerdo para los argentinos”, ya en realidad sabíamos que solo serviría para incrementar la fuga de capitales que las grandes empresas y un puñado de familias neoaristocráticas vienen realizando desde hace 40 años. Porque no solo se autoinvitan a comer en tu casa mientras vos les servís los platos; también te afanan las propinas.

A un año del acuerdo con el fondo, desde el Centro de Estudios Económicos y Sociales Raúl Scalabrini Ortiz (CESO) publicaron un nuevo informe sobre el estado de la economía argentina, la cual “se encuentra sumergida en una profunda depreflación (elevada inflación con depresión de la actividad productiva). La tasa de incremento de los precios supera el 57% anual, mientras que el derrumbe del producto llegó al 5,8% en el primer trimestre de 2019 respecto al mismo período del año pasado. Las tensiones cambiarias no menguaron, registrándose en mayo uno de los valores máximos de fuga de capitales: USD2.568 M. Hacia adelante, el perfil del endeudamiento se muestra insustentable, dejando a la próxima administración la pesada herencia de USD143.570 M de compromisos de capital e intereses en divisas a pagar hasta 2023”.

El acuerdo con el fondo, firmado hace un año, “era muy distinto al que hoy se encuentra vigente. Esto se ve en las prioridades del acuerdo, el esquema de desembolsos y las metas de monitoreo cuantitativo. Inicialmente, el principal objetivo del acuerdo era usar el financiamiento como puente de liquidez que permitiera volver rápidamente a colocar deuda externa mientras se gestionaba el ajuste fiscal. Junto con ello, se incluían objetivos sobre el control de la inflación, la acumulación de reservas, cortar el financiamiento del BCRA al tesoro, desarmar LEBAC y reducir el déficit primario. Menos los objetivos fiscales, el resto de objetivos de monitoreo cuantitativo no se cumplieron. Entre ellos se destaca la renuncia a las bandas de inflación y el hecho de poder intervenir libremente en el mercado cambiario. Pese a los incumplimientos, el FMI decidió ampliar el monto del crédito en cerca de USD6.000 M y adelantar el plazo de entrega, concentrando el 90% de los desembolsos en la gestión Macri”.

En resumidas cuentas, el FMI se ha convertido en el principal aportante de la campaña de “Juntos por el Cambio”, intentando poner delante de los ojos un espejismo de estabilidad el cual, como las pequeños charcos que observamos al avanzar en la ruta un día soleado, desaparecerá a medida que nos acerquemos.

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